No todas las harinas son malas ya que hay unas bajas en grasas y bajas en azúcares refinados y hay otros que vienen sin gluten.
Mira qué alimentos se fabrican a base de harinas sin gluten.
No todo tipo de harina tiene gluten puesto que no solamente existe harina de trigo
Cada vez con más frecuencia, no solo en los supermercados sino también en las panaderías y restaurantes, es posible encontrar productos alimentarios hechos a base de harinas no convencionales (sin gluten).
Se trata de tortas, pastelillos, panes y postres que utilizan como ingrediente principal algún cereal o nuez previamente procesado para ser convertido en harina.
Entre los más comunes están la harina de almendras y la de quinoa, pero la lista no termina allí.
Existen las de arroz, maíz, linaza, chía, coco y garbanzo, por mencionar solo algunas, que cuentan con propiedades nutricionales beneficiosas para la salud.
Es bueno que las personas se estén volcando hacia las harinas alternativas en busca de mejorar la salud.
Todo es a causa de que la harina de trigo, que es la tradicional con la que muchas personas se han alimentado durante muchos años, contiene gluten, proteína a la que muchas personas son alérgicas (mira aquí por qué deberías eliminar los alimentos que contienen gluten).
Por otra parte hay que tener en cuenta que el trigo con el que hoy se prepara la harina ha sido modificado genéticamente, así que la harina de trigo que hoy consumimos tiene una estructura molecular que muchos organismos no pueden procesar y por ende no toleran.
Hay que agregar además que el proceso de industrialización ha llevado a que se utilicen blanqueadores del trigo para que la harina parezca blanca, y al final se terminan consumiendo estos químicos que dan dicha característica a este tipo de alimentos.
El alto contenido de glucosa en enlaces simples (mono y disacáridos) de la harina de trigo es otra de sus desventajas.
Los diabéticos quizá deban eliminar todo tipo de harinas en su dieta
No es un secreto que a los diabéticos y a persona con problemas de obesidad les quitan el pan de la dieta.
Y la verdad es que dentro de los alimentos saludables (sea que se padezca de estas enfermedades crónicas no transmisibles o no), éste no está incluido, y por supuesto tampoco los pasteles, croissants, muffins, entre otros derivados de la harina de trigo refinada.
Por todo lo "malo" de la harina de trigo anteriormente mencionado, muchos restaurantes supermercados y panaderías optan hoy en día por trabajar con productos a bases de harinas no convencionales.
Se trata de productos hechos artesanalmente (que inclusive se pueden preparar fácilmente en casa) que deben ser consumidos de manera rápida pues no tienen conservantes (lo cual es ideal para mantener un excelente estado de salud).
Además, al no estar alterados genéticamente, conservan todas sus propiedades nutricionales para mantener nuestra salud y bienestar al máximo.
Todo esto traerá grandes beneficios a nuestro organismo tratando de que siempre los procesos anabólicos (de síntesis y crecimiento) se mantengan por encimas de los catabólicos (de degradación) aun en edades avanzadas.
Quienes estén interesados en explorar este mundo que, además de nutritivo, es saludable, deben tener en cuenta la siguiente precaución: "las harinas sin gluten se comportan de manera distinta a la harina de trigo.
Es por ello que cuando se realizan preparaciones con ellas se debe tener el cuidado de no cocinarlas demasiado porque se pueden quemar fácilmente".
Esto lo advierten los expertos en gastronomía.
De hecho, incluso aunque no lleguen a quemarse, si se someten a un calor excesivo por un tiempo prolongado pueden quedar pesadas y secas.
El consejo es mezclar varios tipos de harinas de este tipo (sin gluten) en una misma preparación".
A continuación les mencionaré algunas propiedades más comunes de algunas de las harinas sin gluten beneficiosas para la salud, que existen en el mercado y cómo podrían ser preparadas y consumidas:
Harina de linaza (sin gluten)
Esta es una de las harinas más saludables que existen, puesto que las semillas de linaza, de las que se hace su harina, ayudan a regular la presión arterial, son ricas en calcio, otorgan energía y bloquean el exceso de estrógenos.
También tienen un alto contenido en fibra y se recomienda en personas con problemas de sobrepeso graso u obesidad (claramente tampoco se debe abusar el consumo de productos de este y otro tipo de harinas sin gluten, dado que todo, absolutamente todo en exceso es malo para la salud).
Para prepararla se deben moler las semillas de linaza hasta que quede la harina muy fina. Tiene propiedades aglutinantes por lo que se expande muy bien y crea adherencia.
Sirve para galletería, panes, wraps, tortillas, donuts, pancakes, bagels y panes germinados, entre otras recetas.
Harina de almendras (sin gluten)
Con un alto contenido de fibra, proteína y rica en calcio, es una de las más fáciles de conseguir en el mercado; se caracteriza por su sabor dulce.
Debido a que no es muy aglutinante debe utilizarse preferiblemente mezclada con otras harinas sin gluten.
Para prepararla en casa se debe dejar en remojo de un día para otro un puñado de almendras, para así eliminar la suciedad y facilitar la trituración, luego se debe quitar la cáscara de cada almendra y esperar a que seque un poco.
Luego este puñado deberá ser molido en un Vitamix hasta que quede bien fina.
La harina de almendras no se recomienda para personas con sobre peso graso dado su alto contenido alto de grasas tanto saturadas como insaturadas, A menos claro está que se consuma en porciones bajas.
Harina de coco (sin gluten)
Esta es una de las más comunes en el mercado, aunque su preparación en casa también es muy sencilla: a un coco fresco se le quita la cáscara y la costra café que rodea la pulpa. Luego, en una licuadora se licua la pulpa con una taza de agua.
La mezcla se pasa por un colador de tela; el afrecho que queda es la harina de coco. Esta se puede secar o si se prefiere se puede utilizar húmeda.
Se trata de una harina muy saludable porque es rica en proteína y fibra. Sin embargo, absorbe mucha agua. Por lo cual lo ideal es utilizarla mezclada con otras harinas sin gluten.
Harina de chía (sin gluten)
Esta harina se realiza con las semillas de la chía, una planta herbácea muy común en centro y sur América.
Tiene muchas propiedades benéficas para la salud: se recomienda para personas con enfermedades inflamatorias de la piel, para fortalecer y nutrir el cabello, para reducir el estrés y para personas con diabetes o problemas en cuanto a la digestión.
Se trata de una harina aglutinante como la de linaza y sirve para múltiples preparaciones. Muchas personas también la utilizan para problemas de retención de líquidos y para elevar la formación de esperma en los hombres.
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