Mira lo peligrosas que son la diabetes tipo 1 y diabetes tipo 2.
La diabetes es considerada una epidemia mundial.
Una enfermedad crónica no transmisible que ha ganado gran protagonismo en la salud pública todo esto a causa del incremento en el consumo de alimentos ricos en grasas saturadas, azúcares refinados y sal, que conducen al sobrepeso graso, lo cual también se ve influido por causa de la creciente cultura del sedentarismo.
La diabetes es en sí una de las enfermedades crónicas no transmisibles existentes.
Y los factores de riesgo que la pueden desencadenar son el sobrepeso graso, la hiperglucemia y la hiperlipidemia, principalmente, todo esto causado por malos hábitos de vida a nivel general sobre todo a nivel nutricional.
La gravedad de la diabetes tipo 2 sobre la salud
Sin embargo, aún siendo tan común la diabetes, una buena parte de la población desconoce la gravedad de la enfermedad y sus complicaciones.
Lo cual cobra aún más relevancia si se tiene en cuenta que, tal como afirman muchos especialistas, solo la mitad de los pacientes alrededor del mundo ha sido diagnosticados.
Y apenas un pequeño porcentaje de pacientes recibe tratamiento adecuado.
Lo que muchos desconocen es que su impacto es tal que de no tratarse, puede ocasionar graves complicaciones que pueden llevar a la muerte de la persona.
En el caso de la diabetes tipo 2, que abarca entre el 80 y 90% de los pacientes, las principales complicaciones son de tipo macrovascular, es decir a nivel del cerebro y el corazón.
De hecho puede producir taponamiento de las arterias del corazón causando infarto al miocardio, y en el cerebro llega a generar oxidación en las arterias, dificultando también el paso de sangre de manera regular, lo que en ocasiones puedes ser mortal.
Como si fuera poco, el paciente diabético también está expuesto a dislipidemia, o sea al aumento en los niveles de colesterol y triglicéridos (grasas que se acumulan en el tejido adiposo y visceral), con un consiguiente riesgo de enfermedad cardiovascular.
Lo anterior sin contar además que esta enfermedad es causante de pie diabético, anomalía en la que se obstruyen las arterias a nivel de los pies, que sumada a la neuropatía, es decir al daño en los nervios que conduce a pérdida de sensibilidad, que es otra de sus consecuencias, podría llevar a amputación de los miembros inferiores.
La gravedad de la diabetes tipo 1 sobre la salud
Por otro lado, la diabetes tipo 1 es más común en niños y jóvenes, las complicaciones son microvasculares, o sea en el riñón y la retina, tejidos en los que causa oxidación de las membranas, que por lo general derivan en falla renal y retinopatía, que pueden conducir a tratamiento con diálisis y tratamiento para la ceguera, respectivamente.
Esto sin contar que con frecuencia puede sobrevenir una hipoglucemia o bajón en el nivel de glucosa en la sangre, que cursa con visión doble, debilidad, sudoración excesiva y taquicardia y puede ocasionar convulsiones e incluso estado de coma.
Una de las consecuencias más graves de no diagnosticar a tiempo la diabetes tipo 1 es que aproximadamente un mes después de la aparición de los síntomas puede generarse una cetoacidosis, en la que el cuerpo al no poder extraer la energía de la glucosa, la toma de la grasa (muchos dirán que es algo bueno a nivel estético, pero realmente no lo es a nivel general).
Lo cual genera un exceso de sustancias de desecho en la sangre conocidas como cuerpos cetónicos, que acidifican el pH sanguíneo.
En estos casos el paciente puede presentar dolor en el estómago, náuseas, vómito, y complicarse con dificultad respiratoria y riesgo de muerte.
Diabetes tipo 1 y tipo 2: riesgos para la salud
Tanto en uno como en otro tipo de diabetes, lo que ocurre es lo que se conoce como glicación o glucación de proteínas, en la que al aumentar exageradamente los niveles de azúcar y por ende de glucosa, ésta se adhiere a las proteínas que componen todos los tejidos de nuestro cuerpo, causando pérdida de elasticidad de los mismos, causando además daño en los diferentes órganos y tejidos.
Para reducir la aparición y progresión de todas estas complicaciones los especialistas insisten en que lo esencial es el control del azúcar en la sangre, un problema que afecta a cerca de la mitad de los pacientes alrededor del mundo.
LOS RANGOS IDEALES:
Glucemia en ayunas menor a 140.
Glucemia pos alimento menor a 180.
Hemoglobina glicolisada menor de 7.
Tensión arterial menor de 130/80.
Colesterol HDL menor de 100.
Colesterol total menor de 200.
Índice de masa corporal menor de 27 (aunque puede que alguien lo tenga relativamente alto cuando posee un buen volumen muscular magro, así que este valor a veces es irrelevante).
Los nuevos tratamientos contra la diabetes
El objetivo del tratamiento de la diabetes es mantener los niveles de glucosa en la sangre en los rangos normales.
Hasta ahora los medicamentos existentes para controlarla eran: para la diabetes tipo 2 la metmorfina que disminuye la producción de azúcar a nivel del hígado y la glibenclamida, que hace que el páncreas libere más insulina.
Hormona que entre otras funciones cumple la de disminuir los niveles de azúcar en la sangre sirviendo de "llave" para permitir la entrada de glucosa al hígado y el tejido muscular esquelético para el posterior almacenamiento como glucógeno.
Para la diabetes tipo 1, los fármacos disponibles eran las insulinas inyectables que proveen la cantidad necesaria de esta hormona en el páncreas.
Sin embargo alrededor del mundo, aproximadamente hace 3 a 4 años existen nuevas insulinas, incretinas e inhibidores del contrasnportador de sodio y glucosa 2 (SGLT2), fármacos también de tipo oral que se convierten en la esperanza de los pacientes con diabetes tipo 2, no solo para controlar la enfermedad sino para mejorar la calidad de vida del paciente y evitar complicaciones.
De hecho, mientras los convencionales exigían el suministro de tres dosis al día, estos solo requieren una, reduciendo la tasa de olvidos y mejorando el control de la enfermedad.
Estos medicamentos reducen el azúcar en la sangre al hacer que los riñones liberen glucosa a través de la orina, lo que normalmente ocurre en el ser humano.
La gran ventaja de estos medicamentos es que al evacuar el azúcar por los riñones ayudan a reducir el peso corporal, porque se eliminan también calorías provenientes de la misma glucosa y de algunas grasas.
Y por otro lado, disminuyen los niveles de sodio, manteniendo la presión arterial en los niveles adecuados.
Dado que en la evolución de la diabetes la función del páncreas se va deteriorando, es una ventaja que esta clase de tratamientos no dependa de la función de este órgano, pues así servirá en cualquier etapa de la evolución de la enfermedad, ya sea recién diagnosticada o no.
Señales de alerta que indican la posible manifestación de algún tipo de diabetes
La mayoría de los pacientes diabéticos no reconoce todos los síntomas de la enfermedad.
Solo un 27% identifica la sed excesiva, la micción constante y la visión borrosa como señales de alerta, pero el resto no sabe que existen otros como deshidratación, mareos e infecciones genitales.
Por eso, en ocasiones la diabetes puede pasar desapercibida, subdiagnosticada y tratada tardíamente.
Al respecto, los especialistas aclaran que los síntomas más típicos son:
En la diabetes tipo 1: pérdida de peso, hambre desmedida, dolor abdominal, cefaleas, irritabilidad y cansancio.
En la tipo 2: ganancia de peso exagerado, cambios en la coloración de la piel del cuello, las axilas y la ingle, tornándose oscura.
El ejercicio de resistencia y de fuerza contra la diabetes tipo 2
Bueno, con la diabetes tipo 1 si no hay mucho que hacer puesto que se trata de una enfermedades que hace que el páncreas No produzca insulina en absoluto, por lo cual la inyección exógena de esta hormona y probablemente el consumo de otros medicamentos sea estrictamente necesario para que la persona pueda vivir.
Pero aun así el ejercicio también ayuda a mejorar la calidad de vida de las persona.
En el caso de la diabetes tipo 2, el páncreas aun produce insulina, y lo que ocurre es que o bien no produce las suficientes cantidades y/o el organismo suele presentar una resistencia a esta hormona.
Muchos estudios relacionan una disminución en la resistencia a la insulina y un aumento a la sensibilidad de esta hormona, con la práctica de ejercicios de resistencia, aun cuando se analizan los resultados de un día después de hacer ejercicio, éstos son bastante prometedores.
Referencias:
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