Consejos para personas con diabetes y sanas. Especialistas aseguran que la dieta de los pacientes diabéticos sería, en teoría, la que todo ser humano debería consumir. La alimentación es la clave no solo en materia de nutrición sino también para la prevención y el tratamiento de cualquier patología.
Sobre todo en caso de diabetes, enfermedad en la cual la insulina no se produce (tipo I) o no cumple adecuadamente su función (tipo II). Especialmente en esta última su manejo es 100% dietario.
Pero lo que muchos no saben es que en opinión de los especialistas la dieta recomendada para los diabéticos es el modelo de la alimentación saludable que todo ser humano sano debería consumir.
Sus principios generales, aunque pueden variar en cada persona, dependiendo de la edad, su estado de salud particular, patologías asociadas y nivel de actividad física son aplicables para la mayoría de la población. Conoce las claves de esta saludable dieta.
SEIS COMIDAS AL DÍA:
Lo ideal es comer cada dos o tres horas, incluyendo tres comidas principales (pero no muy cargadas) y tres refrigerios. De hecho, mientras la comida fraccionada produce curvas de glicemia normales, el ayuno prolongado que implica saltarse alguna de estas comidas hace que los niveles de glicemia se alteren, generando los tipicos mreos y dolores de cabeza.
Esto hace que el organismo en lugar de tomar la energía de los carbohidratos y las grasas, que es lo normal, tenga que tomar también parte de los aminoácidos que se encuentran en los músculos, haciendo que el organismo sufra ciertos "daños". Unas galletas integrales o un yogur son una buena opción para la media mañana o la media tarde.
CARBOHIDRATOS COMPLEJOS E INTEGRALES:
Bajo ningún punto, ni en personas sanas ni diabéticas, los carbohidratyos deben suspenderse porque son el combustible más eficiente con el que el cuerpo trabaja, por lo que representan el 50% o 60% de una dieta saludable. Más bien hay que cuidar el tipo de carbohidratos que se consume y las porciones.
Los más recomendables son los complejos e integrales como las pastas, pan, cereales (arroz, avena, trigo, maiz, cebada), los cuales no solo contienen carbohidratos que se transforman en glucosa sino otros nutrientes como la fibra.
Esto hace que el organismo tarde más en procesarlos para la energía y la insulina se liberen gradualmente, y no de forma inmediata como ocurre con los carbohidratos simples, cuya glucosa se acumula en la sangre y se absorbe rápidamente en el organismo elevando la glicemia y causando daño a todo nivel.
Ejemplos de carbohidratos simples a los que se les debe decir no, son todos los alimentos que contengan miel, azúcar, panela o melaza, como postres o productos de pandearía, jugos industrializados y gaseosas.
Las personas sanas pueden consumirlos pero con mucha moderación. Sin embargo, las personas que practican algún deporte o van al gimnasio, pueden consumirlos en más cantidad debido a la demanda calórica que éstos requieren.
PROTEÍNAS EN SU JUSTA MEDIDA:
Las proteínas las encontramos en carnes y leguminosas. Deben corresponder al 10% del total de la dieta, es decir, que se necesitan en muy poca cantidad cuando de personas con diabetes se habla (varía dependiendo de cada persona.
Ejemplo: los deportistas si necesitan cantidades altas de proteína). Esto se debe a que un exceso puede sobrecargar los riñones, los cuales deben esforzarse para eliminar los restos de proteínas que no se utilizan en el organismo para cumplir sus funciones. Este aspecto se cuida mucho en los diabéticos, ya que por lo general tienen problemas renales.
CANTIDAD Y CALIDAD DE GRASAS:
El control de las grasas es vital en los diabéticos, que por lo general sufren dislipidemia (colesterol y triglicéridos altos). Algo que las personas sanas también deben aplicar, pues lo ideal es que las grasas sean de origen vegetal y no animal, así como de la mejor calidad (canola, girasol, oliva).
Pero si son personas sanas que además practican deporte o entrenan en el gimnasio, cierto porcentaje de grasas es necesario que sean de origen animal, dependiendo los objetivos que se quieran alcanzar.
FRUTAS Y VERDURAS:
Ricas en fibra, vitaminas y minerales. Aunque para algunos médicos las frutas deben suspenderse en los diabéticos dado su contenido de carbohidratos, los nutricionistas opinan que si son importantes porque el aporte de fibra ayuda a generar un vaciamiento gástrico lento, de forma que se retrase la absorción de carbohidratos.
Más bien hay que tener precaución para no excederse con algunas como el banano, las uvas y la manzana, que son las que más sacarosa o fructosa contienen. Tampoco se recomienda ingerirlas con comidas principales (Mezclas no convenientes entre frutas), porque aumentarían la carga de carbohidratos además de provocar fermentación por parte de éstas, produciendo posteriores indigestiones y acumulación de gases. Es mejor consumirlas en ayunas o como un refrigerio.
BUENA HIDRATACIÓN:
Como el ser humano está constituido en más del 50% por agua, consumir este preciado líquido es fundamental para todos los procesos metabólicos. (Propiedades y funciones del agua).
CERO LICOR:
Especialmente hay que cuidarse de los licores pesados o con mayor porcentaje de alcohol como el whisky, el tequila, el coñac y el brandy, los cuales bajan los niveles de glicemia, lo cual es muy grave en el diabético. También el vino y el aguardiente, que son los que más azúcar contienen.
Fuentes:
Beatriz García, nutricionista dietista especializada en nutrición materno infantil, magister en salud pública de la universidad Javeriana.
Patricia López, nutricionista dietista de Nutrisalud y Clínica Farallones.
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