Algunos beneficios del gateo son: estimular los sentidos, favorecer al desarrollo del tacto y lograr una marcha normal. Cómo prevenir accidentes en casa.
La estimulación adecuada, el mejor tratamiento. Uno de los momentos más emocionantes para los padres de familia se presenta cuando el bebé es capaz de desplazarse por sí solo, apoyando sus manos y pies sobre el piso.
Al igual que los primeros pasos, este avance en el desarrollo supone la posibilidad de que el bebé gane mayor independencia, se prepara para la marcha y haga un contacto más directo con el mundo que lo rodea, entre muchos otros beneficios.
La fase de gateo es muy importante para que la caminata sea óptima
En la mayoría de pequeños, esta fase de gateo llega entre los seis y diez meses y se extiende más o menos hasta los diez o trece. Pero cuando tarda en manifestarse o no se realiza normalmente, entonces toda la alegría que pudiera generar en los padres se transforma en preocupación.
¿Qué es normal y qué no? ¿por qué es tan importante? Qué preocupaciones se deben tomar para evitar accidentes? ¿De qué manera se puede estimular en casa? ¿Qué terapias ayudan a corregir los problemas? Son preguntas que rondan entre los progenitores, que por falta de conocimiento no saben qué hacer. Las respuestas a continuación:
Estimulación adecuada por medio del gateo en bebés:
El trabajo de estimulación en un niño con problemas para gatear se basa en tres tipos de ejercicios.
1. Activación muscular: Tienen como objetivo proveer a los brazos y a la cadera de la fuerza que se necesita para gatear. Se realizan ejercicios como hacer que el bebé haga presión con sus manos contra un juguete o la pared.
También está indicado que la terapeuta levante la cola del bebé y mueva cada una de sus manos y de sus piernas haciendo el movimiento de gateo hasta que el niño pueda hacer lo mismo sin ayuda.
2. Integración sensorial: En este caso se puede sostener al bebé de la cadera y se le ponen las manos sobre una pelota, moviéndola hacia adelante y hacia atrás, con el fin de estimular el equilibrio. Además, se le ponen juguetes o música a corta distancia para llamar su atención y lograr que se movilice gateando.
3. Propiocepción: Esta etapa incluye ejercicios como darle golpecitos al bebé en las extremidades mientras hace presión contra una superficie firme.
SUS BENEFICIOS:
1. Hace que sea consciente de cada parte de su cuerpo, que aprenda a ubicarse espacialmente y a moverse en ese espacio. Así manejará mejor algunos conceptos como largo, lateral, profundo, rápido o lento.
2. El agarre del piso con las palmas de las manos sobre una superficie genera una estimulación a nivel del sistema nervioso central que le otorga la capacidad de palpar y discernir entre lo caliente y lo frío, lo blando y lo duro.
3. Actúa a nivel de todos los sentidos al mismo tiempo, porque durante el gateo participan el tacto (a través de manos, rodillas y pies), la visión en 360º, el oído y el olfato.
4. Sentir el impulso del cuerpo hacia arriba, hacia abajo y hacia los lados lo prepara para la marcha. De hecho, el gateo es indispensable para lograr una marcha normal.
De lo contrario, si hay alteraciones en el gateo o no se realiza a tiempo, cuando el niño dé sus primeros pasos comenzará a caminar con las piernas muy abiertas, con falta de disociación y coordinación.
De hecho, cuando se salta el paso del gateo, así el menor ya esté caminando, hay que ejercitarlo en este movimiento, sin importar que no se cumpla con el orden lógico de gatear y luego caminar.
5. Favorece la resolución de problemas. Esto gracias a que el movimiento alterno que se realiza (mano izquierda al tiempo con el pie izquierdo y viceversa) estimula las conexiones, entre los dos hemisferios cerebrales.
6. Al permitirle alcanzar lo que ve, acercarse al mundo y explorarlo, gana independencia de los padres.
7. Le facilita la relación con otras personas aparte de círculo familiar, por lo que el gateo se convierte en una forma de socialización y adaptación al entorno.
PRECAUCIONES:
1. Deje de creer que los niños no deben dejarse en el piso, porque está lleno de bacterias. El contacto de manos, pies y rodillas con éste es necesario para desensibilizar el cuerpo y estimular el movimiento tipo pinza de las manos, que luego servirá para el aprendizaje y en particular para la lectoescritura.
2. Asegúrese de que su hijo o hija gateen en superficies irregulares, lo más liviano de ropas, con refuerzos en las rodillas y descalzo para facilitar el agarre al piso.
3. Permítale que gatee libremente, sin presionarlo tanto pero tampoco sin supervisión.
4. Juegue con el niño poniéndole objetos de colores que llamen su atención a cierta distancia.
5. Dejar el bebé realice el movimiento de pataleo en el agua, así como darle un buen masaje en las piernas antes o después del baño será de gran ayuda.
6. No use caminadores. Este aparato en el que el niño queda sentado o colgado de un caucho para que se impulse con los pies, rompe con el proceso de adquisición de los estímulos táctiles y de equilibrio y no permite que el gateo se realice a tiempo y de forma normal. Además lo expone a accidentes.
7. Permanezca atento a si el bebé mueve más rápido una pierna que otra, si no mueve alguno de sus miembros inferiores o si llora cuando gatea, caso con el cual podría ser a causa de un problema de rodilla o cadera. En caso de cualquier acción de estas, consulte al pediatra inmediatemente.
8. Respete los tiempos de descanso del niño, pues los menores, al igual que los adultos, experimentan dolor muscular cuando se fatigan. Cuando el bebé se siente o se detenga es señal de que esta cansado.
PARA EVITAR ACCIDENTES:
1. No ponga manteles de descanso en las mesas que pueden ser halados por el niño generando un accidente con los objetos que estén sobre la mesa. Tampoco deje cables sueltos sobre el piso.
2. Cubra las esquinas de muebles y mesas de poca altura para evitar que el pequeño se golpee durante sus paseos.
3. Tape también los tomas eléctricos y evite dejar artículos de vidrio cerca.
4. Restrínjale el paso hacia las escaleras con una reja.
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