Dieta (alimentación y nutrición) para niñas y niños activos (deportistas): Los alimentos para los niños muy activos, que practican algún deporte, deben ser de alto contenido energético. Necesitan comer porciones medianas de proteínas, vegetales, frutas y cereales, en un lapso de tiempo no superior a las tres horas (cada dos horas sería lo ideal).
No "embutirle" una sola comida hasta "reventar" y durar con ésta hasta dentro de 4 ó 5 horas para volver a comer. Es recomendable que desde pequeños se enseñe a los niños, en general, a comer porciones medianas o pequeñas (si son niños con baja actividad física) varias veces al día (5 ó 6 veces) para que mantengan sus metabolismos activos y eviten patologías como la obesidad, la cual puede acarrear a otras peores como hipertensión, diabetes, etc.
Alimentos como el pan, los cereales, el arroz, la pasta o las papas (preferiblemente cocidas), deben ser las principales fuentes de energía (evitar al máximo los dulces "mecato").
Además la hidratación es muy importante para ellos (NO gatorade u otras bebidas de este tipo porque aun están muy pequeños para que sobrecarguen su hígado). E
s importante, si es posible, adicionar a la lonchera del niño o niña, barras de cereal o granolas, y si son de una edad más avanzada (10 años en adelante), adicionar además frutas y bebidas extras (jugos, bebidas de malta, NO gaseosas).
DIETA (alimentación y nutrición) PARA NIÑAS Y NIÑOS HIPERACTIVOS:
Para los niños hiperactivos es aconsejable incluir ácidos grasos como el Omega 3 (NO en cápsulas a menos que el médico lo recomiende), que se encuentra en pescados azules, nueces, aceites vegetales como el de soya y canola, que ayudan a regular la irritabilidad nerviosa.
Es recomendable, con el fin de reducir la hiperactividad y mantenerlos motivados, el consumo de postres saludables como helados de yogurt, batidos de frutas, torta de banano, muffins de zanahoria, galletas de avena, gelatina o flan bajo en azúcar, entre otros.
Importante evitar los dulces procesados (golosinas, bombones, chupetas, etc.) que puedan alterar su sistema nervioso y producir, a futuro, problemas de obesidad.
DIETA (alimentación y nutrición) PARA NIÑAS Y NIÑOS CON PROBLEMAS NUTRICIONALES:
Para los niños con problemas de sobrepeso u obesidad, la solución no es "cambiar" la lonchera, pues ellos también necesitan de los nutrientes básicos.
La base, según recomiendan nutricionistas, es diminuir un poco los azúcares, adicionarles galletas con menos calorías y bebidas que no sean tan dulces (preferiblemente jugos naturales hechos en casa con poco o nada de azúcar).
En lugar de "reducir" su lonchera, hay que mirar más bien el aporte calórico que el niño consume durante el día contra las actividades que éste pueda realizar para quemar esas calorías. Es importante que eviten los fritos, apanados, las mermeladas y los azúcares que no sean necesarios.
En los niños con bajo peso o desnutrición es indispensable adicionar un suplemento nutritivo (preferiblemente después de ser evaluado por un médico), con soporte de grasas, en lugar de simplemente un jugo, o también bebidas como yogur, kumis, bebidas de malta (preferiblemente de color claro), intercalándolas durante la semana.
También se le puede adicionar un sándwich de jamón o atún, con queso (cuajada si es posible), y adicionarle algo de mayonesa o mantequilla, pues estos niños necesitan un mayor aporte calórico. Otra sugerencia es adicionarle un barra de cereales.
Cabe recordar que los alimentos prohibidos (si se quiere evitar problemas de salud) para todo tipo de niño, en la lonchera y en cualquier momento, son las bebidas carbonatadas o gaseosas (exceptuando las de malta), alimentos con demasiado azúcar, fritos, entre otros.
¿QUÉ SE DEBE TENER EN CUENTA A LA HORA DE "PREPARAR" LA LONCHERA DE UN NIÑO?
Lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de empacar la lonchera de un niño, es que la merienda no debería exceder las 300 calorías (más o menos lo que hacen un sándwich y una bebida como un yogur), que es la cantidad suficiente para proporcionar la energía para realizar las actividades diarias.
Si el niño en el colegio tienen dos descansos o "recreos", empacar dos meriendas de este tipo: 2 sándwiches y dos bebidas, o 1 sándwich, 1 paquete de galletas y dos bebidas, indicándole cómo debe dividirlas para comerlas en los tiempos de descanso que él o ella tienen.
Hay que tener en cuenta, en primer lugar, los gustos de los niños para que se familiaricen con los alimentos y así crear hábitos saludables; y en segundo lugar, ofrecer variedad, colorido y presentaciones llamativas, para que estén más motivados a consumirlas.
Las meriendas deben ofrecer varios tipos de alimentos: los que proporcionen energía como los carbohidratos (cereales, frutas, pastas,etc.); los que sean de origen animal, proteínas, como los huevos, pescados, pollo, etc.; los lácteos, preferiblemente bajos en grasa como el queso cuajada, y por último, alimentos con alto contenido en fibra, vitaminas y minerales como las frutas y verduras.
Otro punto que no hay que dejar de lado es la personalidad y el estilo de vida de cada niño, según la cual se estructura el tipo de alimentación y en este caso una lonchera con contenido nutricional variado.
Los niños hiperactivos, los deportistas y los que tienen problemas de obesidad o inapetencia, deben tener cada uno una lonchera especial de acuerdo con cada necesidad.
"La merienda escolar es muy importante para empezar generar en el niño un gusto y un hábito por ciertos alimentos nutritivos y saludables".
EJEMPLOS DE MENÚS PARA LA LONCHERA:
Día 1:
Yogurt, galletas con fibra, uvas pasas, fresas listas para consumir empacadas en un recipiente hermético y una botella de agua o jugo natural.
Día 2:
Bebida achocolatada (un MILO por ejemplo, en leche baja en grasa si es posible), torta de vainilla, una fruta y una botella de agua o jugo natural.
Día 3:
Jugo hecho en casa (empacado frío), sándwich (empacado en bolsas al vacío preferiblemente), una fruta y una botella de agua.
Día 4:
Avena fría o caliente, una arepa o muffins de vegetales como zanahoria, una fruta y una botella de agua.
Día 5:
Kumis, barra de cereal o un paquete de cereal (que no contengan mucho azúcar), frutas y una botella de agua.
IMPORTANTE: crear el hábito desde pequeños de consumir agua (a temperatura ambiente), para mejorar la digestión y la salud en general.
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