A todas las personas interesadas en saber la importancia de la Psicomotricidad, deben empezar por conocer qué es y cuál ha sido la evolución de la Psicomotricidad a través de los últimos años. En este artículo se pretende dar respuesta a las siguientes preguntas:
¿Qué es el cuerpo y qué es el movimiento en su diferentes accesiones?
¿Cómo evaluar en un momento determinado el desarrollo psicomotor? ¿cuáles son las actividades Psicomotoras para trabajar en la escolaridad en sus diferentes niveles?
¿Cómo funciona la percepción? ¿Cuáles son las habilidades motoras y cómo pueden desarrollarse?
¿Cómo se da el proceso de interacción en el sujeto? ¿Cómo llevar a cabo una sesión de orientación Psicomotriz? entre otros aspectos, que, a juicio de los autores del presente módulo, se convierten en sustentos indispensables para llevar a cabo un proceso de orientación o de educación en el ámbito de la Psicomotricidad.
Se puede aseverar, sin riesgo de equivocación, que han sido muy pocos los que se han ocupado de la Psicomotricidad en sus aspectos académico – formales.
Sin embargo en la cotidianidad (praxis) se encuentra que muchas veces se dice que alguien presenta dificultades Psicomotrices sin tener referencias teóricas acerca de cómo es la normalidad y, aún más, de cuál es la influencia que tienen esas dificultades de cara al desarrollo global del individuo.
La Psicomotricidad es algo polifacético
La Psicomotricidad es algo único y sin embargo tan polifacético que puede ser estudiada desde muy distintos puntos de vista; sus aspectos filosóficos, biológicos, psicológicos y de índole motora, son susceptibles de considerarse individualmente, lo que permite ahondar con mayor profundidad en su conocimiento.
De ahí que sin intención de caer en dualismos puede afirmarse que la Psicomotricidad tiene sentido en la medida en que ambos aspectos de la personalidad, psiquismo y motricidad, se influyen y enriquecen mutuamente en forma de interacción.
El movimiento que es, junto con las percepciones, la primera forma de conocimiento, pone al hombre en contacto con el mundo que lo rodea proporcionándole, en consecuencia, medios para lograr su progresiva madurez y por su parte, el psiquismo cada vez más maduro y equilibrado dirige el movimiento haciéndolo más perfecto y adecuado a sus fines.
Basta con lanzar una rápida mirada a la evolución humana para comprobar la exactitud de esas afirmaciones. En la primera infancia tanto la inteligencia como la afectividad se desarrollan a expensas del movimiento y la percepción.
El mundo que rodea al niño está repleto de objetos que se desplazan y donde distingue rápidamente aquellos que lo hacen por sí mismo.
A través de las experiencias corporales, el niño adquirirá el conocimiento de sí mismo, el conocimiento del mundo de los objetos y la capacidad para desenvolverse en el medio.
Por la acción pasará al pensamiento. Por los movimientos que realice y sus desplazamientos aprenderá a situarse en el espacio y percibirá la noción del tiempo. Por el gesto, expresará sus emociones y se comunicará con los demás.
En el nivel Preescolar y Ciclo Inicial el profesor evitará que los niños realicen un esfuerzo excesivo y tracciones musculares violentas; cuidará la corrección en los ejercicios respiratorios, la coordinación neuro-muscular y el mantenimiento del equilibrio postural.
Ayudaría a los niños a progresar en el dominio del cuerpo al servicio de la voluntad y de la iniciativa, que es la finalidad de la psicomotricidad y de la educación física.
Evitar utilizar adjetivos hirientes a niños con algún tipo de complicación psicomotriz
Lo primero que se debe plantear a un numeroso grupo de padres y docentes, cuyos niños van "un poco más lentos" en su desarrollo, es comprender qué es en realidad lo que les sucede ya que, en muchos aspectos, los perciben como completamente normales y de ahí comienzan a surgir etiquetas tales como "torpecillo" de movimientos, "retrasado", con respecto a sus hermanos, conocidos o familiares, “lento”, "que no da pie con bola" cuando se le pide que señale un elemento de su cuerpo o que realice un movimiento más complicado, etc.
Por otra parte, empiezan a sonar en el preescolar y después en la escuela primaria frases tales como "en el desarrollo psicomotor parece que el niño va algo lento..."; "necesita mejorar la Psicomotricidad fina / gruesa..."; "mientras no domine su esquema corporal y esté bien lateralizado no podrá superar el problema lecto-escritor".
Estos y otros comentarios provocan tal ansiedad en los padres y docentes cual si se tratase de una enfermedad producida por un virus y más si tenemos en cuenta que se trata de aspectos sobre los que no tienen una evidencia objetiva y clara.
La psicomotricidad debe ser para padres y maestros el núcleo fundamental de una acción educativa que empieza a diferenciarse en actividades de expresión, organización de relaciones lógicas y los aprendizajes necesarios de escritura-lectura.
Esa es precisamente la orientación que se debe dar en todos los colegios o entidades educativas, considerándola como la base para una enseñanza globalizada e integral, donde todas las materias o áreas se apoyan sólidamente entre sí y la Psicomotricidad se convierte en eje de primordial importancia.
Aurtores:
Diego Fernando Bolaños y Roberto Gámez.
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