La grasa no se convertirá en músculo al levantar pesas y tampoco se va a endurecer por entrenar duro en el gym o centro deportivo.
Muchas personas aún piensan que la grasa corporal se transforma en músculo o masa muscular esquelética producto de los entrenamientos con pesas o la práctica de deportes de alta intensidad.
La grasa tampoco se endurece cuando se hace ejercicio con o sin pesas
Otras creen que la grasa se endurece cuando se hace ejercicio y que quizá este endurecimiento se deba a que la grasa se estaría convirtiendo en tejido muscular, lo cual nunca sucederá.
Algo así como si la grasa corporal se endureciera gracias a los levantamientos de pesas y luego empezará su transformación gradual a masa muscular, algo que realmente es imposible, o sea nunca sucederá esta transformación (sería lo ideal, pero nunca pasará).
Sería ideal que todo ese volumen graso se convirtiera en algo saludable como la masa magra que nos ayuda a movernos y levantar objetos.
Hay instructores que piensan que la grasa se transforma en masa muscular
Lo peor del caso es que hay entrenadores o instructores de gimnasio que aún piensan de esta manera, o sea que creen que el tejido graso se endurece y que se puede convertir en tejido muscular, y por ende es lo que mencionan a las personas que asisten por primera vez a un gimnasio, con las ganas de ganar masa muscular y reducir el porcentaje de grasa corporal.
Dicen cosas como: "sigue entrenando con las pesas que poco a poco esa grasa se irá transformando en músculo", o cosas por el estilo, claro está, totalmente erróneas.
La grasa no se convierte en músculo, ni mucho menos la masa muscular se convierte en grasa corporal (ya quisiéramos todos que esto sucediera, pero la vida no es tan simple).
La fisiología de la pérdida o eliminación de grasa corporal es completamente diferente a la ganancia de masa o volumen muscular esquelético, o sea la grasa simplemente no se endurece ni se transforma en músculo, la grasa se pierde, "quema" o mejor dicho la grasa se utiliza para los procesos energéticos de contracción muscular principalmente sobre las fibras musculares esqueléticas tipo 1 o también llamadas rojas (bueno, el miocardio y otros tejidos también pueden utilizar algunas moléculas de los ácidos grasos).
Los mecanismos energéticos que intervienen para la pérdida de grasa y ganancia de masa muscular, aunque pueden llegarse a "cruzar" durante la práctica de un ejercicio físico de alta intensidad, no hacen que la grasa se convierta en masa muscular ni viceversa.
Tal vez lo que se quiere dar a entender por parte de estos entrenadores (as) o instructores (as) de gimnasio, diciendo la "barrabasada" anterior, es que por medio de la estimulación de las fibras musculares esqueléticas de contracción rápida, producto de los entrenamientos con las pesas y/o deportes de alta intensidad, buscando así la hipertrofia muscular, se logrará el aumento de la tasa metabólica basal.
Esto en palabras simples significa que las células de distintas partes del cuerpo requerirán un mayor uso de las grasa de reserva (entre otros nutrientes) para mantenerse en óptimas condiciones, en estado de reposo y cuando se practican ejercicios físicos de intensidad moderada, o en menor medida ejercicios físicos mixtos, ya que en estos últimos por requerir un aumento considerable del ritmo cardíaco, el aporte por parte de los ácidos grasos ("grasas de reserva") disminuye considerablemente, para dar paso en mayor medida al glucógeno intramuscular.
¿Por qué hay personas qyue piensan que la grasa se convierte en masa muscular?
Otra posible explicación del porqué se menciona que la grasa se puede convertir en músculo (ya se sabe que no es cierto), es posiblemente porque se cree que la grasa va a llenar el tejido muscular esquelético dándole fuerza y volumen, lo cual es una total bestialidad o algo totalmente descabellado.
En sí, lo que realmente sucede, además de lo ya mencionado con el aumento de la tasa metabólica basal, es que por medio de los entrenamientos intensos con las pesas y/o la práctica de otros ejercicios o deportes de alta intensidad, al ser estimuladas las fibras musculares esqueléticas de contracción rápida, se logrará que la musculatura esquelética (tejido muscular esquelético) aumente sus almacenes de aminoácidos (que forman las proteínas).
Y también de glucógeno, para que así lo que la persona ingiera (sin exagerar) se vaya principalmente al mantenimiento y crecimiento de la masa muscular, y no tanto a ser acumulado al tejido adiposo.
Digo sin exagerar, porque si una persona, hombre o mujer, por más pesos bestiales que mueva o levante, si come en exceso, ganará tanto masa muscular como volumen graso en exceso. Cabe resaltar que es imposible no ganar algo de grasa.
De ahí que los porcentajes de grasa corporal se pueden mantener bajos pero nunca llegarán a cero.
Otra cosa que me parece oportuno mencionar, es que las grasas de reserva, en su forma simple (ácidos grasos y glicerol), participan en un porcentaje verdaderamente insignificante en cuanto a servir como sustrato energético para generar energía en los entrenamientos con pesas y/o en los deportes de alta intensidad.
Cabe resaltar que todo depende de cada persona y de la frecuencia cardíaca con la que sea ejecutado determinado ejercicio.
Por ejemplo, si una persona quiere "quemar" grasas de reserva (usar los ácidos grasos para generar energía) de manera directa, deberá hacer ejercicios físicos (preferiblemente de estructura cíclica como trotar, nadar, montar bicicleta, etc.) con un ritmo cardíaco hasta o menor a las 150 pulsaciones por minuto, para que así el aporte energético por parte de los ácidos grasos sea casi que del 100%.
Ya si la persona practica dicho ejercicio entre las 150-170 ppm (para ser más exactos entre el 76% y 85% de su frecuencia cardíaca máxima), el ejercicio pasa de ser totalmente aeróbico a convertirse en uno mixto (aeróbico-anaeróbico), siendo el aporte energético aproximadamente de glucógeno intramuscular (60%), ácidos grasos (35%), cuerpos cetónicos, ácido láctico y aminoácidos (5%).
Si se sobrepasan las 170ppm (o más específicamente el 76% de la frecuencia cardíaca máxima), se convierte en un ejercicio físico meramente anaeróbico, y aunque el mecanismo aeróbico esté "expltoado" casi que al 100%, su aporte energético será prácticamente insignificante, siendo de la siguiente manera:
Entre el 90-95% por parte del glucógeno intramuscular, y el 5% entre los ácidos grasos, cuerpos cetónicos, ácido láctico y aminoácidos.
Cabe resaltar que el ácido láctico, a pesar de ser un producto del glucógeno, es usado por nuestro corazón para su proceso de contracción, al igual que los aminoácidos, cuerpos cetónicos y ácidos grasos.
Lo ideal como ya lo mencioné al principio del párrafo sería que el tejido adiposo pudiera convertirse a tejido muscular esquelético gracias a los entrenamientos de alta intensidad con o sin pesas, o dicho de una forma simple: "que la grasa se pudiera convertir en masa muscular".
Pero realmente esto ya es muy pero muy idealista y muy soñado, aunque en este caso se trataría de un sueño prácticamente inalcanzable porque simplemente nunca sucederá, ni siquiera por medios anti-naturales (inyección de esteroides anabólicos artificiales).
Podría decirse mejor que a mayor masa muscular probablemente habrá menor grasa corporal gracias al umento metabólico basal que se produce, aunque esto depende mucho también de la parte nutricional, porque de nada sirve ganar masa muscular (hipertrofiarla) y luego comer como un completo cerdo o una completa bestia.
Claro, habrán unos y unas que se puedan dar el lujo de comer así y aun tener bajos porcentajes de grasa corporal, pero esto no aplica para todas las personas (ya quisiera uno que así fuera).
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