¿Tomar mucha agua en el día es bueno o malo para la salud?


Existen personas que adoran el agua y piensan que tomarla en exceso les hará mucho bien y que además podrán lograr perder peso a lo loco.

Otras personas saben que es un líquido muy importante, saben además que su exceso es malo pero que aun así se desesperan porque no logran adelgazar y comienzan a tomar litros y litros de agua al día.

Otras personas no llegan ni a sobrevivir para contar la mala experiencia que les causó tomar mucha agua de una sola porque simplemente murieron en el acto.

Porque sí: tomar agua en exceso te puede matar de una forma súbita.

El agua es buena y necesaria pero en exceso se convierte en algo mortal


Tomar grandes cantidades de agua durante el día puede resultar bueno o malo dependiendo de qué tanto de este líquido sea ingerido, y también del momento del día en el que se beba dicha cantidad de agua.

Voy a dejar de lado el hecho de si es agua de la llave, agua hervida, de tarro, etc., y sólo me enfocaré en el agua apta para el consumo humano en general, mencionando en este artículo cuándo puede resultar bueno o malo consumirla, y en qué cantidades aproximadas.

Así que antes de continuar, voy a decir que el agua hervida es mucho mejor en cuanto al agua de la llave y de los tarros, simplemente porque se eliminan bacterias cuya muerte sólo es posible gracias a las altas temperaturas.

No obstante, es este artículo mencionaré lo bueno y lo malo de beber mucha agua durante el día, en cuanto a la presión osmótica de la sangre, el equilibrio hidro-mineral, conceptos como hemólisis y plasmólisis, etc., y no en lo relacionado a los lixiviados u otro tipo de contaminantes que los distintos tipos de agua puedan tener.

El agua es importante para tu salud pero no exageres en su consumo


Si bien el agua es muy importante para mantener una óptima salud, dado que la misma se encarga de muchas funciones como la regulación de la temperatura corporal, el transporte de nutrientes, mantener en valores normales la presión osmótica de la sangre, actuar de manera directa en el proceso de la digestión, entre muchas otras.

No hay que consumirla en grandes cantidades por unidad de tiempo, es decir que si algunos médicos recomiendan beber de 6 a 8 vasos de agua en el día, no es bueno por ejemplo beber de una sola dos o más vasos con agua de una sola.

No importa el momento, porque ese exceso de agua provocará, en mayor o menor medida, un proceso conocido como hemólisis, en donde muchos de los eritrocitos (glóbulos rojos) que circulan en el plasma sanguíneo, estallarán por una "superhidratación".

En casos extremos, por ejemplo en el caso de las personas que han pasado por naufrajios, períodos de cautiverio, etc., en donde deben pasar por períodos largos de deshidratación, cuando son rescatados No es conveniente proporcionarles mucha agua de una sola, siendo lo mejor que vayan consumiendo pequeños sorbos a lo largo de las horas.

En el caso de darles mucha agua de una sola a estas personas pensando que es lo mejor, la hemólisis se dará casi que en todos los glóbulos rojos, provocando la muerte casi que instantánea de la persona.



Para evitar la plasmólisis, que es cuando lo glóbulos rojos o eritrocitos se arrugan por pérdida de agua (deshidratación), lo correcto es beber cantidades relativamente moderadas de agua (medio vaso) unos 20-30 minutos antes de comer, y 60-90 minutos después de haber comido.

No recomiendo beber agua como pasante de los alimentos ni durante ni justo después de comer, porque la temperatura ideal del estómago para la digestión se puede ver alterada, al igual que el pH de los jugos gástricos y la composición de algunas enzimas digestivas.

Además de el agua no permitir la acción de las enzimas salivares y posiblemente no permitir que la persona pueda triturar bien los alimentos.

Así que aunque mencioné que el agua es crucial en el proceso digestivo, porque el mismo se lleva a cabo por medio de la hidrólisis, hago referencia al agua previamente consumida y por ende ya asimilada por nuestro cuerpo y ya circulante en el torrente sanguíneo.



La presión osmótica de la sangre se verá muy afectada disminuyendo o aumentando sus valores, cuando el consumo de agua merma o cuando se aumenta en grandes cantidades de un momento a otro, respectivamente. Ya mencioné lo que sucede por la falta de agua (plasmólisis) y por el exceso de la misma por unidad de tiempo (hemólisis).

Pero ésto no es lo único que altera la presión osmótica y no es lo único que se produce, ya que el aumento de la presión arterial también se ve influido por el alza en los valores de presión osmótica, producto de un exceso de agua, causando posibles mareos y dolores de cabeza intensos, simplemente por dos razones:

1) habrá mucha agua que disolverá en exceso el combustible por excelencia de muchas células (glucosa), principalmente las neuronas.

2) por la presión que ejerce el espacio o medio interno de nuestro organismo (líquido que rodea a las células) sobre todas las venas y arterias, principalmente las que rodean el cerebro y que "chocan" directamente con la piamadre, aracnoides y duramadre.

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