He aquí algunos consejos para que mejores tu salud física, tu salud menta y espiritual.
Aunque puede que a algunos no les parezca bien los consejos lo que aquí voy a escribir, otras personas creo que apoyarán de manera contundente lo que redacto.
Las palabras, frases y oraciones que voy a mencionar en este artículo, son basadas en un libro que hace mucho leí y hace poco volví a leer, donde se mencionan muchas cosas para mantener una buena salud física, mental y espiritual, aunque aquí solamente mencionaré una, relacionada al "amor" y cómo debemos sentirlo, recibirlo, esparcirlo, repartirlo, o usando el verbo que más se acomode a nuestro repertorio.
Escribiré con mis propias palabras, pero de nuevo aclaro que no son de mi intelecto completamente.
Lo que debe hacer y como te debes comportar para mantener tu salud física, mental y espiritual
Deberías ser amable, amoroso y cariñoso solamente con aquellos que de verdad se lo merecen, en lugar de desperdiciar tus energías en personas ingratas.
Es imposible amar a todas las personas, por más que en algunas religiones se hable de amar al prójimo, incluyendo a tus enemigos y de una u otra forma poner la otra mejilla ante una agresión física y verbal.
Todo esto llevará a un desequilibrio emocional-mental que derivará en problemas de salud física, porque el odio reprimido y la sed de venganza que no se puede saciar, lleva a un estado de estrés y nerviosismo que solo acarrea una ira acumulada que desemboca en problemas físicos como colón inflamado, aumentos en la presión arterial, agrieras y otros problemas gasotrintestinales, dificultad para dormir, problemas de circulación arterial, depresión (en algunos casos) etc.
El amor es una de las emociones más intensas que como seres humanos podemos sentir.
Su contraparte será el odio (que no es necesariamente algo malo).
Si te obligas a sentir amor u otro sentimiento parecido hacia alguien que inconscientemente o muy conscientemente sabes que no se lo merece, debido a lo que algunas religiones pueden enseñar, solamente disminuirás tus energías y poder para amar a quienes de verdad se lo merecen.
Hablando en términos fisiológicos, fingir o pretender amar a alguien a la fuerza, porque sentimos que es lo correcto debido a las enseñanzas religiosas, solamente generará un desgaste en nuestro cerebro, sistema nervioso y más concretamente en nuestras neuronas, lo cual hace que se dificulte dar "con todo" nuestro amor y otros buenos sentimientos a quienes de verdad lo merecen.
Posiblemente llegando a disminuir ese amor y sentimientos positivos a quienes de verdad debería llegar.
No reprimas el odio sino que aprende cómo liberarlo sin lastimar a los demás a menos que se lo merezcan
Cuando reprimes tu odio, cuando te aguantas las ganas de gritarle o agredir a alguien te ha hecho lo mismo, porque tal vez te han enseñado que la venganza no es algo bueno y por ende lo correcto es poner la otra mejilla, lo que harás es que ese odio, rabia o lo que sea que sientas en ese momento, ocasione las enfermedades físicas y emocionales ya mencionadas en el segundo párrafo de este artículo.
Si te pegan por algo injusto, si alguien te agrede de forma verbal, devuélvelo con más fuerza.
La venganza No es mala, ya que se libera todo ese odio o rabia reprimida permitiendo que nuestro sistema nervioso, y otros tejidos vuelvan a la calma, evitando la aparición de enfermedades No transmisibles.
Obviamente también cuenta el sentido común, y no irse a atacar "a la loca" a alguien con un arma de fuego u arma blanca porque podríamos ponernos en peligro.
O agredir al jefe de tu trabajo (a menos que quieras que te echen y aprovechar la indemnización).
Ahí tocaría usar otro método para descargar esas emociones negativas como ir al gimnasio a "darle" duro al saco de boxeo, a las pesas en general, para evitar de pronto descargar esa ira con nuestro seres queridos.
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