Por qué es tan importante tomar agua y cómo esto ayuda a la salud de nuestro cerebro y resto del sistema nervioso.
Se ha comprobado que mantener nuestro cuerpo bien hidratado a lo largo del día mejora el desempeño del cerebro, favorece la atención, la memoria y la concentración.
Pero ojo, no es recomendable tomar el agua para mantener un equilibrio mineral, a través de cualquier bebida, teniendo en cuenta que la excusa de muchos es que los médicos u otros profesionales de la salud les recomiendan "mantener una ingesta de líquidos adecuada y constante a través del día".
Hay que tener en cuenta que aunque estas bebidas (zumos de frutas, refrescos, café, vino, gaseosas, té, entre otros) puedan llegar a estar compuestos en un alto porcentaje en el preciado líquido (agua).
También muchos de ellos pueden traer un exceso de glucosa, posiblemente de químicos como colorantes, conservantes, entre otros que no hacen bien a la salud y que posiblemente puedan desencadenar cierto tipo de enfermedades no transmisibles como diabetes, obesidad, hipertensión, entre otras que afectan de forma directa e indirecta la salud de nuestro cerebro y otros órganos.
Mejorar el desempeño del cerebro y por ende el desempeño mental o el intelecto es el objetivo a lograr con una ingesta adecuada de agua a lo largo del día (que varía según cada persona de acuerdo a la edad, talla, peso corporal, nivel de actividad o ejercicios físicos que practique a lo largo del día, cuadros patológicos, etc.).
Mantenerse bien hidratado o hidratada (evitar sentir sed para dignarse a beber agua, pero tampoco "embucharse" con grandes cantidades del preciado líquido) durante el día permite que el cerebro aumente aproximadamente en un 14% su velocidad de funcionamiento y procesamiento de información.
Gracias a que la ingesta de líquido (agua) permite que la sangre oxigene mejor cada área de nuestro cerebro y a que facilita el trabajo de las neuronas (se puede transportar más fácilmente la glucosa hacia las mismas sin generar exceso ni defecto de la misma), se obtiene una mayor capacidad de concentración, agudización de la memoria y un procesamiento de información mucho más eficiente.
Todo lo anterior se puede traducir en que una persona bien y correctamente hidratada puede pensar, tomar decisiones y solucionar problemas (razonar, interpretar, etc.) con una facilidad mayor a una persona deshidratada.
¿Cuál es la dosis de agua sugerida para obtener los beneficios mencionados sobre el cerebro?
En cuanto a la dosis de agua sugerida a beber durante el día, no es necesario beber cantidades exageradas de agua, ya que los cambios empiezan a notarse después de ingerir uno o medio vaso con agua.
El objetivo, como ya mencioné en el segundo párrafo es no esperar a sentirse sediento para beber una cantidad moderada de agua, ya que la sed es un indicio de que hay un desequilibrio hidro-mineral en nuestro organismo.
Tampoco es bueno beber una gran cantidad de agua por unidad tiempo, es decir que no es bueno "embucharse" del preciado líquido como hacen muchas personas bebiendo dos o más vasos de agua de una sola, ya que se puede presentar un efecto negativo conocido como hemólisis.
En donde habrá un espacio o medio alrededor de los glóbulos rojos (eritrocitos) muy hipotónico, lo que hará que estos se "superhidraten" y en algún momento puedan estallar, lo que provoca mareos en las personas porque no hay suficientes eritrocitos que transporten el oxígeno hacia las distintas células que habitan nuestro cuerpo.
A lo anterior cabe mencionar que el instituto de Medicina de Estados Unidos y Canadá (IOM por sus siglas en inglés), ha definido los requerimientos mínimos de agua para un adulto sano en aproximadamente 3 litros al día para hombres y 2 litros para mujeres.
Lo que se traduce en alrededor de ocho a trece vasos de este preciado líquido a lo largo del día.
Obviamente estas cantidades pueden variar de acuerdo a muchos factores como el clima, la edad, el nivel de actividad física que se ejerza a lo largo del día, entre otros factores.
A lo anterior cabe agregar que hay bebidas sanas o buenas que pueden aportar grandes cantidades de este líquido (aunque a veces lo mejor es beber directamente el agua 20 a 30 minutos antes de las comidas y NUNCA usarla para "bajarlas"), como es el caso de los zumos de fruta, café té y aromáticas (preferiblemente evitando que estas bebidas estén acompañadas de azúcar refinado).
Alimentos como las frutas (sandía y melón principalmente) y verduras, aportan una gran cantidad de agua a nuestro organismo.
La correcta hidratación en edades tempranas es muy importante para el desarrollo adecuado del cerebro
La Organización Mundial de la Salud hace mucho énfasis en mantener adecuados niveles de hidratación desde la niñez temprana o infancia, dado que este es un período fundamental para el aprendizaje y el desarrollo del cerebro.
La ingesta recomendada de agua en los infantes varía según la edad, el nivel de actividad física y el clima.
Pero la Asociación Americana de Dietistas y el Instituto de Medicina establecen como regla general de que entre los 4 a 8 años se ingieran aproximadamente cinco vasos de agua en el transcurso del día.
Entre los 9 y 13 años alrededor de 8 vasos y de entre 14 a 18 años de edad entre ocho y trece vasos en el día.
Así mismo, en los casos en que los menores practiquen algún deporte, deben consumir medio o un vaso de agua aproximadamente cada 20 minutos, ya que no se debe permitir el indicio de deshidratación que es la sed.
Un monitoreo recomendado por parte de los padres es que revisen el color de la orina de sus hijos, ya que ésta al salir muy colorida (usualmente muy amarilla) es un indicio de deshidratación.
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