Eyaculación precoz: causas y tratamientos


¿Qué causa la eyaculación precoz y cuáles son los tratamientos para intentar curarla?

Cuando se produce la excitación, nuestro cerebro se va preparando casi que inmediatamente para la acción de eyacular.

Entonces, cuando llega el clímax (no digo orgasmo porque el mismo se puede presentar sin eyaculación) se libera la hormona oxitocina (conocida también como la hormona antiestrés y del apego), lo cual lleva a que la parte muscular de la próstata se contraiga, se relaje el esfínter de la uretra y finalmente se expulse el semen por el meato urinal.

Lo anterior sería un proceso de eyaculación en personas que de una manera u otra pueden contraerlo o "aguantar" este acontencimiento por más tiempo de manera voluntaria.

Pero cuando se sufre de eyaculación precoz, el proceso fisiológico mencionado se acelera.

No se tiene un tiempo determinado para decir que una eyaculación está dentro de un rango normal o uno precoz, porque hay quienes requieren de muy poco tiempo para quedar satisfechos o producirle un orgasmo a su pareja, mientras que otros pueden requerir de más.

La eyaculación precoz o el hecho de no poder controlar el proceso de eyaculación por un tiempo suficiente podría tener orígenes físicos y/o psicológicos.

Los hombres no deberían tener que lidiar con esto ya que las opciones de tratamiento para este "problema" son múltiples y bastante efectivas.

Desafortunadamente cuando la eyaculación se da de manera muy rápida, a veces inclusive mucho antes si quiera de la penetración (a veces con el simple roce cuerpo a cuerpo), ocurre una sensación de decepción tanto del precoz como de la pareja.

Frustración e insatisfacción son otros de los sentimientos que se pueden apoderar de los involucrados en el acto, esa sensación que se experimenta de como si algo hubiera quedado faltando.

La inhabilidad para controlar el reflejo de eyaculación por un tiempo suficiente es un tormento con el que muchos hombres tienen que vivir y sus parejas lidiar.

Lo peor es que éste siendo un trastorno que puede afectar la autoconfianza y las relaciones de pareja, limita o cohíbe a que los hombres vayan a consulta médica por este problema, por miedo, vergüenza, machismo o temor a no encontrar una solución.

A medida que avanza la edad, este padecimiento tiende a aumentar, tiende a agudizarse si no se lo trata.

Todo se debe a que cuando los hombres están en edades más jóvenes el tiempo de recuperación entre un orgasmo y otro (meseta) es más corto, lo que permite brindarle no solo a él sino a su pareja un mayor nivel de satisfacción.

Pero lamentablemente con el paso de los años ese tiempo de recuperación cada vez es mayor, y por lo mismo las consecuencias van siendo más evidentes.

Por todo lo ya mencionado, la eyaculación precoz verdaderamente necesita consulta y tratamientos oportuno, para así poder disfrutar de una mejor calidad de vida.

Las causas de la eyaculación precoz



El origen exacto de la eyaculación precoz no se ha podido establecer, pero existen diversos factores asociados.

1. Estrés.

Es el principal desencadenante. Muchos expertos mencionan algo relacionado con la genética del "macho", que le indica al hombre que debe eyacular rápido para poder procrear y mantener la especie.

De hecho, animales como la hiena, el caballo y el toro también son eyaculadores precoces, ante una forma de protección por ataques enemigos, ya que no querrán ponerse en peligro mientras están en el acto de procrear.

Así mismo, el estrés también puede ser producido por el temor a no poder satisfacer a la pareja, en personas con una baja autoestima o que han recibido reclamos pasados por el mismo problema.

Aunque realmente el estrés está más relacionado a no poder tener erecciones que al hecho de eyacular de forma precoz.

2. Físicas.

Procesos inflamatorios de la uretra posterior (uretritis), la próstata (prostatitis) o la vesícula (vesiculitis).

Alteraciones de la sensibilidad a nivel genital. Alteraciones en la concentración y el metabolismo de la serotonina, una hormona asociada no solo al sueño sino también al placer.

3. Psicológicas.

Trastornos de la personalidad, conductas inconscientes de castración a sí mismos o de venganza contra la pareja.

El rol de la pareja influye, ya que se sabe que cuando ésta culpa al hombre, lo rechaza, le dice que su problema de eyaculación obedece a que ya no la quiere o que tiene otra persona (lo cual es bastante raro porque si fuera así uno pensaría que sería todo lo contrario), lo cual puede agudizar aun más el trastorno.

¿Cómo se trata la eyaculación precoz?





La gran mayoría de los hombres, sino es que todos, hemos tenido por lo menos un episodio de eyaculación precoz en nuestras vidas, o el hecho de no durar el tiempo que quisiéramos.

Pero cuando esta situación se vuelve muy frecuente, causa mucho malestar y comienza a interferir con la satisfacción sexual propia y/o de pareja.

Cuando esto sucede a menudo, lo mejor es ir a consulta, y también en el caso de que la pareja no pueda quedar satisfecha en la mayoría de los casos, ya que aunque la eyaculación no sea precoz, pueda que el tiempo en "retenerla" no sea el suficiente.

Aunque este no sea un problema de fácil manejo, existen una variedad de tratamientos que se valoran y ejecutan por un equipo interdisciplinario de especialistas como urólogos, fisioterapeutas, psiquiatras, sexólogos y psicólogos.

Las opciones de tratamiento disponibles son:

1. Terapia cognitiva conductual.

Esta está diseñada específicamente para que el paciente y su pareja intenten disminuir la angustia y aumentar así el tiempo en que se puede retener la eyaculación.

Se indaga sobre la causa de un posible estrés, que puede ser un cambio de trabajo, situaciones económicas desfavorables, celos, familiares viviendo temporalmente en el hogar, problemas académicos, etc.

Se le enseña a ambos pacientes que el acto íntimo y los orgasmos no se deben limitar solamente a la penetración, sino que existen otras alternativas como los juegos, masturbación y los besos para satisfacer a la pareja.

Solo de esta forma se puede aliviar la gran presión sobre el paciente que padece este mal, porque se sabe que hay otras formas para poder satisfacer a su pareja, incluso antes de que él alcance el orgasmo y que entonces ya no importa tanto el tiempo en que demore la eyaculación.

Más cuando se trate de una pareja multiorgásmica. De esta forma poco a poco el afectado podrá ir "entrenando" para controlarse por más tiempo.

2. Medicamentos.

Se utilizan antidepresivos en bajas dosis, en caso de ser necesario, que disminuyen la ansiedad y producen relajación.

Así mismo, están disponibles los inhibidores de la recaptación de la serotonina, que hacen que esta hormona actúe por más tiempo y con mayor concentración, y los alfabloqueadores y betabloqueadores, que limitan la acción de los receptores de adrenalina y noradrenalina.

Para poder lograr un resultado deseado, este tipo de fármacos deben ser consumidos a diario y durante por lo menos seis meses, o según recomiende el médico especialista.

De hecho, el efecto comienza a sentirse solo después de dos o tres semanas de tratamiento.

Existe otro tipo de medicamento, con un efecto similar a los anteriores, que se ingieren algunos minutos antes de la relación, pero no se deben mezclar con licor.

3. Cremas anestésicas.

Este tipo de cremas se aplican sobre el pene cinco minutos antes de la relación con la pareja, produciendo un efecto anestésico que no afecta la erección pero que si disminuye la sensibilidad y retrasa así mismo la eyaculación.

Lo mejor es utilizarlas con preservativo, puesto que en algunos casos pueden disminuir la sensibilidad en la mujer.

4. Ejercitar el músculo pubococcígeo y otros relacionados con la eyaculación.

Los ejercicios conocidos como Kegels, los cuales se encargan de fortalecer tanto el músculo ubicado en la zona perineal, como los de la parte baja del abdomen, para poder controlar aún más el proceso eyaculatorio.

Se pueden practicar a cualquier hora del día (buscar rutinas en webs dedicadas a este tema del faloculturismo), e inclusive cuando se sienta la sensación de querer eyacular, se pueden practicar para retener este proceso.

La pareja puede ayudar haciendo una compresión fuerte (sin causar dolor) con los dedos índice y pulgar en la punta a nivel del glande. Deben estar acompañados también de ejercicios de respiración para un mayor control.

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