La nutrición bioenergética propone una alimentación acorde a las necesidades del organismo.
Debemos estar atentos a las señales que nos envía nuestro cuerpo a través de los sentidos para estar en óptimas condiciones como resultado de una buena salud.
Muchas veces lo que comemos a diario responde más a la costumbre, la imposición o lo que simplemente nos ofrecen y sirven en la mesa.
Ten muy en cuenta la nutrición bioenergética en tu vida para mejorar tu salud.
Podría decirse que somos influenciables o que sencillamente nos dejamos llenar los ojos y satisfacer el gusto como lo que dicen nuestros padres, con lo que recomienda el mesero o la promotora de un supermercado, o quizá caemos en la impulsividad y la glotonería.
Pero no escuchamos la voz de nuestro propio cuerpo, que siempre reclama a gritos lo que necesita en determinado momento o etapa de la vida para auto-regularse y auto-sanarse, que es lo que nos lleva a tener una salud óptima.
De lo anterior mencionado parte lo que se conoce como nutrición bioenergética, que no es un invento moderno sino un legado de nuestros antepasados, desde varios siglos atrás, basado en la medicina tradicional china.
Un concepto de alimentación que propone principalmente responder a las necesidades particulares del organismo, que habla permanentemente de lo que quiere y verdaderamente requiere para estar en óptimas condiciones.
En este artículo se explicarán los fundamentos de este concepto de alimentación, que si bien es milenario, poco se conoce hoy en día.
Los principios de la nutrición bioenergética
1. La conexión con la naturaleza.
La nutrición y la salud están en conexión directa con la naturaleza y el universo, lo que indica que todo lo natural es lo que reclama a diario nuestro cuerpo, y nunca los alimentos industrializados o procesados.
Estos solo responden a una necesidad de obtener placer pero no salud.
2. Los bioritmos climáticos influyen en los alimentos que pide el cuerpo.
La temperatura del ambiente, el clima y la estación son determinantes.
En clima frío (bajas temperaturas), por ejemplo, lo más frecuente es que nuestro cuerpo no reclame un vaso de zumo de fruta frío, por lo que muchos pueden preferir aromáticas calientes y ojalá endulzadas con miel, siendo ésta más energética y menos perjudicial que el azúcar refinada.
En climas cálidos, en cambio, el organismo necesitará alimentos más refrescantes como los mariscos, ensaladas y las frutas.
3. La esencia femenina y masculina.
Cada sexo se inclina por cierto grupo de alimentos de la siguiente manera:
Las mujeres por su papel mediador en la sociedad y por la esencia de su ser más sutil y más calmado busca alimentos más livianos, como las semillas y los vegetales.
Por otro lado, los hombres por su mismo proceso hormonal y porque requieren más fuerza para sus labores diarias, tienden hacia el consumo de proteínas de origen animal y vegetal (siempre los de origen vegetal van a ser una mejor opción) y alimentos más energéticos (carbohidratos complejos), por lo cual pueden inclinarse por el pescado, pollo, carnes rojas, frutos secos, así como por las pastas, el arroz y la papa, entre otros.
Aunque esto no excluye que las mujeres coman alimentos más propios de los hombres y viceversa.
4. Nutrición inteligente y consciente.
Hay que elegir con consciencia alimentos nutritivos y de buena calidad, prestando atención a su color, textura, aroma y composición, de manera que no vayan a perjudicar nuestro sistema digestivo y por ende nuestra salud.
El color de los alimentos
Lo ideal de acuerdo a la nutrición bioenergética sería incluir una dieta multicolor, pero en ciertos estados, enfermedades o temporadas el cuerpo puede requerir más uno de los siguientes tipos:
ROJOS: frutas como las manzanas, arándanos, moras o vegetales como el tomate, pimentón y cebolla roja hacen parte de este grupo.
Tiene que ver con la salud de los sistemas circulatorio e inmune y como tal el cuerpo puede reclamarlos para mejorar su funcionamiento.
AMARILLOS Y NARANJAS: entre ellos se encuentra la naranja, la piña, papaya, melón, mango, zanahoria, pimentón y maíz, entre otros.
Se relacionan con la necesidad de reparación o restauración del páncreas.
VERDES: este grupo lo conforman alimentos como el apio, lechuga, acelgas, pepino, uvas, kiwi, aguacate, entre otros, que representan una necesidad de fortalecer los huesos y las articulaciones, pues son ricos en ácido fólico y calcio.
BLANCOS: alimentos como el coliflor, rábanos, champiñones, ajo, cebolla blanca, blanquillos, guanábana, arroz, avena, papa, huevos, conforman este grupo favoreciendo la salud del sistema respiratorio.
¿Cómo habla nuestro cuerpo
Las señales del tipo de alimentos que necesita nuestro organismo llegan a través de los sentidos, por lo cual tenemos que estar atentos a los siguientes indicios:
- La sed, que está hablando de un proceso de deshidratación en curso.
- El estado de la piel, ya que si luce acartonada o reseca da indicios de la necesidad de ingesta de líquidos (agua, zumos de frutas).
- Retención de líquidos, que se manifiesta con pues y tobillos hinchados.
- Estado de ánimo irritable. Tiene que ver con la salud del hígado y los intestinos, lo que impone una necesidad de alimentos con poder desintoxicante como las frutas y verduras.
- Sensaciones olfativas. Cuando la persona siente que le molesta demasiado el aroma de cierto alimento, esta es una forma en la que el organismo manifiesta su rechazo, porque "sabe" que le ca a caer mal en este momento.
PARA TERMINAR: no deberíamos esperar a que nuestro cuerpo "hable", sino evitar que lo haga, porque cuando lo hace es que algo falta, que algo anda mal o que algo está en riesgo de perder eficiencia en su funcionamiento.
Así que una dieta saludable, alimentación nutritiva o bioenergética (que dado el artículo vendrían siendo lo mismo), se debe llevar a cabo siempre en pro de mantener una buena salud siempre y por lo mismo estar en óptimas condiciones, mejorando nuestra calidad de vida.
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