Aspectos a tener en cuenta sobre el cáncer como por ejemplo sus causas, la parte de metástasis y posibles tratamientos.
El cáncer es un grupo de enfermedades caracterizadas por proliferación celular anormal o descontrolada.
Cuando las células de una parte del cuerpo se dividen sin control, el exceso de tejido que se genera se denomina tumor o neoplasia.
El estudio de los tumores se conoce como oncología.
Los tumores pueden ser cancerosos y a menudo fatales, o pueden ser benignos.
La neoplasia cancerosa se denomina tumor maligno.
Una propiedad de la mayoría de los tumores malignos es la capacidad de producir metástasis, es decir la diseminación de las células cancerosas a otras partes del cuerpo. Un tumor benigno es una neoplasia que no da metástasis.
La mayoría de los tumores benignos pueden resecarse quirúrgicamente si interfieren en las funciones normales del organismo o si tiene implicaciones estéticas.
Algunos tumores benignos son inoperables y algunas veces fatales.
Crecimiento y diseminación del cáncer
Las células de los tumores malignos se duplican rápido y en forma continua.
A medida que las células cancerosas invaden los tejidos que las rodean, en muchas ocasiones estimulan la angiogénesis, es decir el desarrollo de nuevas redes de vasos sanguíneos.
Las proteínas que estimulan la angiogénesis en los tumores se denominan factores angiogénicos tumorales (FAT) LA formación de nuevos vasos sanguíneos puede ser la consecuencia de la producción excesiva de FAT o de la falta de los inhibidores normales de la angiogénesis.
El tumor en proceso de crecimiento comienza a competir con los tejidos normales por el espacio y los nutrientes.
Por último, el tejido normal disminuye de tamaño y muere.
Algunas células malignas se pueden desprender del tumor inicial (primario) e invadir otras cavidades corporales o bien ingresar en el torrente sanguíneo o linfático, circular e invadir otros tejidos del organismo, donde se establecen tumores secundarios.
Las células malignas resisten las defensas antitumorales que el organismo presenta.
El dolor asociado con el cáncer aparece cuando el tumor comprime los nervios u obstruye el drenaje de las secreciones de un órgano y determina el aumento de la presión, o bien como resultado de la muerte de los tejidos y los órganos.
Causas de cáncer
Varios factores pueden desencadenar la pérdida del control celular en una célula previamente normal y hacer que ésta se vuelva cancerosa.
Una de las causas son los agentes ambientales: sustancias en el aire que respiramos, el agua que bebemos y la comida que ingerimos.
El agente químico o radiactivo que produce cáncer se denomina carcinógeno.
Los carcinógenos inducen mutaciones, cambios permanentes en la secuencia de bases del ADN de un gen.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que los carcinógenos están asociados con el 60 al 90% de los cánceres humanos.
Algunos ejemplos de carcinógenos son los hidrocarburos de alquitrán del cigarrillo, el gas radón proveniente de la tierra y la radiación ultravioleta (UV) de la luz solar.
Se están realizando grandes esfuerzos para investigar los genes causantes de cáncer u oncogenes.
Cuando se activan de manera inapropiada, estos genes tienen la capacidad de transformar una célula normal en una células cancerosa.
Muchos oncogenes derivan de genes normales denominados protooncogenes, que regulan el crecimiento y el desarrollo.
Los protooncogenes sugren algunos cambios por los cuales se expresan en forma inadecuada o bien determinan que sus productos se forman en cantidades desproporcionadas o en el momento inoportuno.
Algunos oncogenes pueden causar producción exagerada de factores de crecimiento, sustancias químicas que estimulan el crecimiento celular.
Otros pueden iniciar cambios en los receptores de la superficie celular, de manera que éstos envían señales de la misma forma que si fueran activados por un factor de crecimiento.
Como consecuencia, se altera el patrón de crecimiento de la célula.
Los protooncogenes de todas las células realizan funciones celulares normales hasta que se produce un cambio malignizante.
Algunos protooncogenes serían activados a oncogenes por mutaciones en las cuales se altera el ADN del protooncogén.
Otros protooncogenes se activan por un acomodamiento de los cromosomas en el que se intercambian segmentos de ADN.
El acomodamiento activa a los protooncogenes cuando éstos quedan próximos a genes que estimulan su actividad.
Algunos cánceres tienen un origen viral. Los virus son pequeñas partículas de ácidos nucleicos, ARN o ADN, provistas de una envoltura proteica, que se pueden reproducir dentro de las células que infectan.
Algunos virus, denominados virus oncógenos, causan cáncer por la estimulación anormal de la proliferación anormal.
Por ejemplo, el virus del papiloma humano (HPV) es el agente causante de casi todos los cánceres de cuello uterino.
El virus elabora una proteína que induce a los proteasomas a destruir a la proteínas p53, que en condiciones normales suprime la división celular descontrolada.
En ausencia de la proteína inhibidora, las células proliferan sin control.
Estudios de hace algunos años sugieren que ciertos cánceres pueden estar relacionados con la presencia de células con un número anormal de cromosomas.
Como resultado, la célula podría tener copias adicionales de oncogenes o muy pocas copias de los genes supresores tumirales, loc ual lleva a ambos casos a la proliferación celular descontrolada.
Algunos datos sugieren también que el cáncer podría ser causado por células madre normales que se transforman en células madre cancerosas capaces de formar tumores malignos.
Carcitogénesis: un proceso de múltiples pasos
La carcitogénesis, el proceso por el cual se desarrolla el cáncer, comprende múltiples pasos en los que se pueden acumular hasta 10 mutaciones en una célula antes de que se vuelva cancerosa.
La progresión de los cambios genéticos que llevan al cáncer se ilustra mejor en el caso del cáncer del colon (colorrectal).
Estos cánceres, así como los del pulmón y de mama, tardan años o décadas en desarrollarse.
En el cáncer de colon, el tumor comienza como un área de proliferación celular aumentada que es el resultado de una mutación.
Este crecimiento luego progresa hacia un crecimiento anormal, aunque no canceroso, denominado adenoma.
Después de dos o tres mutaciones más, se produce una mutación del gen supresor de tumores p53 y se desarrolla un carcinoma.
El hecho de que sean necesarias tantas mutaciones para que se desarrolle un cáncer indica que el crecimiento celular suele estar bajo la supervisión de muchos sistemas de control.
El compromiso del sistema inmunitario es también un componente significativo en la carcinogénesis.
Tratamiento del cáncer
Muchos cánceres son pasibles de resección quirúrgica.
Sin embargo, cuando el cáncer está muy extendido en el cuerpo o se presenta en órganos como el cerebro cuyo funcionamiento sería gravemente perjudicado por la cirugía, la quimioterapia y la radioterapia pueden ser alternativas válidas.
Algunas veces se utilizan las tres formas de tratamiento combinadas.
La quimioterapia consiste en la administración de fármacos que causan la muerte de las células cancerosas.
La radioterapia destruye los cromosomas y bloquea la división celular.
Como las células cancerosas se dividen con gran rapidez, son más vulnerables a los efectos destructivos de la quimioterapia y la radioterapia que las células normales.
Infortunadamente para los pacientes, las células de los folículos pilosos, de la médula ósea y del epitelio gastrointestinal se dividen también rápidamente.
Por esta razón, los efectos secundarios de la quimioterapia y la radioterapia consisten en la caída del cabello, náuseas y vómitos y una susceptibilidad a las infecciones por menor producción de glóbulos blancos (leucocitos) en la médula ósea.
El tratamiento del cáncer es dificultoso porque no se trata de una enfermedad única y porque las células que componen la población de un tumor rara vez se comportan todas de la misma manera.
Aun cuando se piensa que la mayoría de los cánceres procederían de una única célula anormal, en el momento en que un tumor alcanza un tamaño clínicamente detectable, puede contener una población diversa de células anormales.
Por ejemplo, algunas células cancerosas originan metástasis con gran facilidad, mientras que otras no lo hacen.
Algunas son sensibles a la quimioterapia y otras son resistentes a los fármacos utilizados.
A causa de esta diferencia en la sensibilidad a los fármacos, un agente quimioterápico puede destruir las células sensibles, pero no impide la proliferación de las células resistentes.
Otro tratamiento potencial del cáncer actualmente en desarrollo es la viroterapia, el uso de virus para destruir las células cancerosas.
Los virus que se utilizan en esta estrategia están diseñados de forma tal que se dirigen directamente a las células cancerosas sin afectar la salud de las otras células normales del organismo.
Por ejemplo, se agregan proteínas a los virus (como los anticuerpos) con afinidad específica por los receptores hallados solo en las células cancerosas.
Una vez dentro del cuerpo, los virus se unirán a las células cancerosas y luego las infectarán.
Las células cancerosas serán finalmente destruidas por el virus que causa la lisis celular.
Los investigadores también están estudiando el papel de los genes reguladores de metástasis que controlan la propiedad de las células cancerosas para producir metástasis.
Los científicos esperan obtener fármacos terapéuticos para manipular esos genes y, por ende, bloquear la metástasis de las células cancerosas.
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