Mira lo que debes tener en cuenta a la hora de escoger un buen vino, o de hecho el mejor vino, para así acompañar todas tus comidas.
Antes de continuar, quiero aclarar que No soy partidario de recomendar acompañar los alimentos sólidos con bebidas, sea cual sea (aun si es solamente agua) por distintas razones que explico en el artículo que les dejo en este enlace sobre tomar agua y otras bebidas junto con alimentos.
El vino puede estimular la buena digestión si no exagera en su consumo y si se toma antes o después de comer.
Acompaña tus comidas con un buen Vino para mejorar tu digestión
También ya he hablado sobre los beneficios de beber una copa de vino al día.
Pero entonces, sé que por costumbre, una muy difícil de quitar por cierto, tomar vino como "sobremesa" o acompañante de las comidas en muchos países es algo realmente inevitable. Países europeos como Francia, Italia, España, Portugal y Suarmericanos como Uruguay, Chile y Argentina.
Por esta razón, aunque de nuevo repito que No recomiendo el consumo de líquidos junto con los alimentos sólidos, aquí en este artículo de todas formas explicaré cómo escoger el mejor vino para acompañar una comida, aunque realmente debería ser cómo escoger un buen vino para tomar la copa recomendada al día, preferiblemente 20-30 minutos antes de las comidas o 60-120 minutos después de las mismas.
A algunas personas que posiblemente no estén acostumbradas a beber vino pero que aun así quieren empezar con esta costumbre, les pueden parecer muy extraños términos o conceptos del entorno vinícola como el cuerpo del vino, la textura, el olor y las diferencias de sabor de acuerdo a la sepa o variedad de la uva.
En general muchos inexpertos podrían pensar que los vinos son todos iguales o que se pueden llegar a diferenciar solamente en que unos son más "fuertes" que otros.
Sin embargo, cuando ya se empieza a descubrir el placer detrás de un buen vino, es posible darse cuenta que hay mucho más por aprender y que cada vino de algún modo causa diferentes sensaciones al ser bebido.
Escoge el mejor vino para acompañar tus comidas
Lo primero que hay que aclarar es que el vino a pesar de ser una bebida alcohólica, culturalmente no es consumido para embriagarse sino más bien para acompañar una buena comida, unos pasabocas o para pasar un momento agradable y disfrutar de una bebida refinada.
Toda regla tiene excepciones pero este es el uso más aceptado en términos generales y culturales.
Por otra parte existen numerosos estudios que afirman que el consumo regular de vino en proporciones moderadas (una copa o máximo dos al día), aporta múltiples beneficios para la salud debido a la cantidad de antioxidanetes y taninos que aporta (aunque realmente lo bueno del vino se le atribuye a las uvas como tal, y algo al proceso de fermentación de las mismas.
Así que quien no quiera beber vino entonces puede optar por el consumo directo y moderado de uvas).
Así mismo es popular el concepto que afirma que los vinos realzan el sabor de las comidas y en algunos casos logran una combinación de sabores que pueden dejar una sensación indescriptible de placer al paladar.
Por todo lo expuesto hasta el momento, a la hora de comprar un vino la pregunta obligada es ¿Qué voy a acompañar con este vino?
Sea que se esté pensando en una cena, unos pasabocas o simplemente en una copa de recepción, el vino siempre se disfrutará en compañía.
El punto es ¿Cómo busco esa compañía ideal de la comida que plano consumir?
Lo tradicional o las "reglas" que reúnen al consenso de los consumidores de esta bebida, indican que los vinos y las comidas se acompañan de acuerdo a la influencia del sabor de cada uno.
Por ejemplo, el vino tinto tiende a ser más fuerte y marida mejor con platos de sabor fuerte.
Algunos vinos blancos tienen un sabor muy sutil y son la compañía adecuada para los platos ligeros.
Si se sirve una comida de sabor suave y se la acompaña con un vino muy fuerte, este último opacará el sabor de la comida.
De esta forma el vino tinto es el compañero ideal de las carnes rojas, las pastas con salsas de tomate o salsas rojas, los embutidos como salchichas y kabanos, la pizza, los quesos maduros, el jamón serrano y en general todos los platos aromatizados con especias fuertes.
Por otro lado la regla clásica dice que el vino blanco va muy bien con las ensaladas, los mariscos, las aves, el cerdo, la pasta con salsas blancas, los quesos suaves y en general son los sabores ligeros.
Por su parte, el vino rosado es recomendado para acompañar los arroces mixtos como la paella, arroz marinero o el arroz con polo, también acompaña con muy buen gusto los jamones suaves y los pescados de sabor ligero como el salmón, la tilapia, el atún, entre otros.
Los vinos espumosos combinan muy bien con los postres o platos dulces y son los favoritos cuando se trata de hacer un brindis.
Ya sabe que entre gustos no hay disgustos y que aunque existen reglas generales, éstas no siempre son una camisa de fuerza.
Por ejemplo muchos tienen en mente que la música ideal para amenizar el almuerzo debería ser suave e instrumental, sin embargo muchos hemos visitado restaurantes donde ambientan con música de otros ritmos y aun así el resultado es agradable.
Del mismo modo pasa con los vinos, hay reglas de amplia aceptación pero no indica que no se pueda probar nuevas combinaciones que salgan de los tradicional. Finalmente lo que se desea es encontrar un acompañamiento que haga recluir lo mejor de la comida y el vino.
Realiza tu propia cata de vinos.
Si quieres tener un criterio propio sobre el sabor de los vinos y cómo combinan éstos con tus comidas favoritas, nada como organizar tu propia cata de vinos.
De esta manera podrías diferenciar sabores y sensaciones, y habrás avanzado algunos pasos en el conocimiento del vino.
Puedes aprovechar la ocasión para compartir un momento agradable en compañía de familiares, amigos y poner un toque de distinción a tus celebraciones.
Dependiendo de tu presupuesto puedes preparar una cata sencilla con pocos elementos o si lo prefieres puedes organizar algo más elaborado con una buena variedad de vinos y pasabocas.
Lo importante del "menú" será que permita dar un paseo por los diferentes sabores, comenzando desde lo más sutil hasta lo más fuerte.
A continuación te presentamos algunas opciones para que prepares tu propia cata:
Los vinos: la idea es probar algunos de sabor suave y compararlos con otros más fuertes. Además puede probar la diferencia entre las clases de vino como el tinto, el blanco o el rosado. Agunas comparaciones sugeridas podrían ser:
- Vino tinto Cabernet Sauvignon vs. Vino tinto Merlot.
- Vino blanco Chardonnay vs. Vino blanco Sauvignon Blanc.
- Vino tinto Pinot noir vs. Vino tinto Syrah.
- Vino blanco Chenin Blanc vs. Vino blanco Riesling.
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