Hacer que los niños sean felices mejorando su calidad de vida no es fácil, pero tampoco imposible. Niños felices en la vida, ¿cómo lograrlo?
Se cree que para tener felices a los niños hay que darles regalos materiales en cada momento, aun casi que siempre muchos optan por estimular a sus hijos a que hagan algo bien, como el buen desempeño escolar, por ejemplo, con el objetivo de que podrán ganar algún tipo de recompensa material que ellos y ellas quieran.
Pero los expertos en desarrollo infantil afirman que la felicidad es algo que se puede enseñar, y que por lo mismo no debe estar siempre ligada a lo material.
Además aporta el bienestar y mejores oportunidades de vida en todos los sentidos: emocional, salud, rendimiento, relaciones, entre otros.
Por lo tanto en este artículo se explicará cuál es la clave para criar hijos e hijas sanos(as) y felices.
Es importante que el factor emocional esté en óptimas condiciones para que los niños no manifiesten problemas de salud que puedan alterar su crecimiento y desarrollo.
Un niño que no es feliz es un niño estresado que puede presentar problemas digestivos, entre otros, que pueden afectar la absorción de nutrientes.
Esto solo por mencionar un problema de la infelicidad infantil.
¿Qué es lo que hace felices a los niños?
Nuestro cerebro es una mega computadora, donde está el hardware como disco duro y el software que lo hacen funcionar.
Este software para nosotros es la mente inconsciente, que también funciona y contiene otros programas de los cuales estamos constantemente aprendiendo sin tener control sobre ella.
Es por ello que la mente inconsciente es como un "piloto automático” encargado de almacenar todos nuestros hábitos, valores, experiencias y creencias a lo largo de la vida.
Por eso decimos; “Hoy somos lo que nuestros papas nos enseñaron a hacer".
Porque actuamos de acuerdo a lo que hemos recibido o aprendido, ya sean conductas, actitudes buenas y malas.
Es por ello que los padres deberían conocer y aprender cómo funciona la mente inconsciente de los niños.
El cerebro no es un órgano estático, está en continuo cambio donde se permite moldear, adaptar, cambiar continuamente porque está hecho de circuitos cerebrales que se pueden modificar.
Esto se le conoce como la neuro-plasticidad o plasticidad cerebral que permite una mayor capacidad de adaptación a los cambios externos e internos, aumentando sus conexiones con otras neuronas para hacerlas estables como consecuencia de la experiencia, el aprendizaje y la estimulación sensorial y cognitiva.
De manera que la neuro-piasticidad en los niños es la esencia del aprendizaje, favoreciendo sus capacidades y talentos, generando comportamientos y hábitos saludables que contribuyan positivamente en el desarrollo de los niños.
Por lo tanto si en nuestra vida diaria creamos pensamientos positivos y optimistas, los canales neuronales del bienestar se refuerzan y la mente inconsciente se los cree. En el caso contrario si tenemos actos y pensamientos negativos, los canales neuronales más favorecidos serán estos mismos, por lo que será más fácil pensar, sentir y actuar de forma negativa.
Cabe resaltar que estas actitudes generan sustancias perjudiciales para la salud.
Por ejemplo: la cortisol, la hormona del estrés puede causar ciertas enfermedades como elevar la presión, aparición de gastritis, obesidad, bajar las defensas, entre otras.
Claro que hay que aclarar que esta hormona también tiene un efecto positivo cuando se trata, por ejemplo, de practicar ejercicio físico o deportes.
Esto es algo que deberían tener muy presente los padres, madres y educadores; donde se deben replantear ¿cuál es la programación que les estamos dando a nuestros niños, con palabras positivas o negativas?
¿Qué pueden hacer los padres para contribuir a sus hijos a un desarrollo sano y feliz?
Lo primero es preguntarse cuál es el hijo que quiero tener. Entonces como padre empiezo a estimular ai niño hablándole positivamente, repetirle lo valioso que es él.
Lo ideal es programar a nuestros hijos todos los días transmitiéndole con actitudes positivas, favoreciendo el crecimiento sano del niño, y fortaleciendo sus emociones como la alegría, la curiosidad, la gratitud, la esperanza, la generosidad y el amor.
Recuerde que no solo es hablarles, sino también demostrarles a los hijos que son suficientemente capaces de hacer algo bueno.
Es aquí donde se actúa y se refuerza a que los hijos tengan un desarrollo sano y feliz.
RECOMENDACIONES
Aumenta la autoestima de tus hijos, ya que es una herramienta poderosa para su desarrollo y crecimiento emocional.
Estimula a tus hijos hablándoles positivamente.
Fomenta en tu hogar la apreciación de aquello que hace que la vida sea satisfactoria; como los pequeños logros diarios, el cariño, la generosidad, las relaciones familiares positivas.
Recuerda que los niños que no son felices, tarde o temprano tendrán problemas de aprendizaje y posiblemente problemas de salud.
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