Comer muchas proteínas no te hará evitar subir de peso (no te ayudará a bajar de peso).
Comer alimentos y suplementos proteicos también te podría hacer subir de peso, así que mucho cuidado y no te dejes guiar por lo que lees de cualquier sitio o por lo que te dicen personas con pocos conocimientos acerca de nutrición y fisiología.
El exceso de lo que sea, aun si se trata de proteínas, pueden hacerte subir de peso o engordar (aumentar tu masa corporal) puesto a que aportan Calorías.
Las Proteínas también aportan calorías y también hacen que tu cuerpo segregue insulina
Hace poco me encontré en una página web con un artículo en donde se recomendaba comer una gran cantidad de alimentos que aportan buenas cantidades de proteínas por porción, nada de carbohidratos y muy pocas grasas, para poder lograr bajar de peso o por lo menos evitar el sobrepeso.
También recomendaban disminuir hasta casi anular el consumo de fuentes alimentarias que aportaban cantidades decentes y muy necesarias de carbohidratos.
El argumento de este artículo que leí en este página web era que las proteínas solamente se encargarían de la construcción y reparación de tejidos y No de ir a ser acumuladas al tejido adiposo.
En otras palabras, mencionaban que solamente comiendo fuentes de alimentarias cuyo aporte proteico es superior y evitando las fuentes alimentarias que aportan buenas cantidades de carbohidratos, es la mejor opción para evitar el sobrepeso.
Bueno, y al leer los comentarios del artículo de esta página me pude dar cuenta que aun hay personas que por su ignorancia ante estos temas siguen creyendo estas bestialidades que a veces se escriben, lo cual de seguirlas al pie de la letra pueden poner en riesgo la salud a corto o mediano plazo.
Por supuesto que las proteínas si tienen la función de reparar y/o mantener los distintos tejidos de nuestro organismo, como es el caso por ejemplo del tejido muscular esquelético.
De lo anterior se deduce que para ganar masa muscular (hipertrofiar este tejido), además de realizar ejercicios con cargas externas (pesas) o calisténicos, es necesario que en la dieta haya un buen aporte de fuentes proteicas.
Pero, la glucosa que aportan los carbohidratos, principalmente la que se obtiene de los carbohidratos complejos (que se absorbe de forma lenta y constante) es también muy necesaria para poder llenar los almacenes glucogénicos hepáticos e intramusculares y para ayudar a sintetizar aminoácidos.
Además, combinar en una comida una fuente proteica como por ejemplo una porción de pechuga de pollo con una fuente de algún carbohidrato complejo, como por ejemplo el arroz, ayudará a que haya un mejor complemento nutricional tanto micro (mayor número de vitaminas y minerales) como macro dado a que el arroz también aporta algo de proteínas, y los aminoácidos de estas proteínas que aporta el arroz se pueden complementar con las de la pechuga de pollo para en el organismo formar nuevas proteínas.
Comer muchas proteínas no te hará bajar de peso
Pero volviendo a retomar el tema central del artículo en cuanto a decir que una cantidad alta de proteínas ayudaría a evitar el sobrepeso, hay que mencionar primero qué se entiende por sobrepeso (cantidad de masa corporal general).
Supongamos que para una persona el término "sobrepeso" tiene una connotación negativa, es decir que estaría asociada con una acumulación excesiva de grasa corporal.
Pero para otra persona puede tener una connotación positiva dado a que también podría significar una hipertrofia alta de masa muscular magra.
Entonces, en ambos casos el IMC (Índice de Masa Corporal) de cada persona podría indicarse como muy por encima de lo considerado como saludable.
Sin embargo, en la segunda persona No será algo poco saludable si se tiene en cuenta que tiene un sobrepeso por buena cantidad de masa muscular magra y No por una alta cantidad de masa grasa (grasa corporal) acumulada en su tejido adiposo, y mucho menos alrededor de sus órganos (grasa visceral).
Ahora, para relacionar el párrafo 1 y 2 de este artículo, debo mencionar que un consumo de cantidades altas de proteínas por unidad de tiempo (de una sola) también pueden llegar a ser acumuladas en el tejido adiposo si el organismo así lo requiere.
Las interconexiones existentes entre las partes simples que aportan los macronutrientes (glucosa, ácidos grasos, aminoácidos) lo permite.
En adición a lo mencionado, cabe destacar que una dieta excesivamente baja en todo tipo de carbohidratos (y más si es completamente nula) puede traer graves problemas a la salud dado a que a pesar de que los aminoácidos podrían ser convertidos en glucosa, no es lo mismo que consumirla en su estado óptimo.
En otras palabras, no habrá algo rápido para llenar almacenes de glucógeno en el hígado y en el tejido muscular esquelético, por lo cual habrá que utilizar muchos micronutrientes (principalmente sodio y vitamina C) y mucha agua para poder convertir esos aminoácidos en la tan necesaria glucosa.
Si no ha suficiente glucosa de forma rápida en el hígado, el cerebro y sistema nervioso no tendrán su fuente alimentaria energética por excelencia de forma rápida y oportuna, lo cual obligará al organismo a utilizar los aminoácidos del tejido muscular esquelético (y posiblemente otros tejidos) para poder ser convertidos en glucosa.
Pero mientras esto sucede, posiblemente el rendimiento de ciertas capacidades cognitivas como al concentración, capacidad interpretativa, habla, escucha, etc., se vena disminuidas.
También es posible que el glicerol, al ser un azúcar simple, deba ser convertido en glucosa para alimentar algunos órganos como los riñones, entre otros.
Entonces, con una dieta alta en proteínas también se puede correr el riesgo de aumentar la cantidad grasa corporal.
Y aunque es algo que poco ocurre, el otro problema es relacionado con al acidosis sanguínea que puede aumentar considerablemente, o bueno realmente no aumenta de golpe porque esto podría ocasionar shock y posible muerte súbita, pero si obliga a nuestro organismo a trabajar mucho más para evitar alterar considerablemente el pH sanguíneo por culpa el gran aporte de aminoácidos (sabiendo que estos generan úrea y requieren pasar por muchos procesos bioquímicos para ser asimilados, más si son de origen animal).
Más cuando se utilizan las fuentes proteicas para complementar el aporte calórico que deberían suplir las fuentes de carbohidratos.
Ante todo lo anterior debo mencionar que para armar un plan nutricional para lograr resultados estéticos y de rendimiento físico sin poner en riesgo la salud, se deben tener en cuenta muchos factores como el sexo, la edad, nivel de entrenamiento, posibles patologías, etc., de cada persona.
Una dieta alta en proteínas y baja en carbohidratos puede ser llevada a cabo con un minucioso control y un equilibrio adecuado entre estos dos micronutrientes (incluyendo también el conteo de las grasas).
Pero cuando alguien trata de improvisar siguiendo consejos de cualquier fuente poco fundamentada, es donde pueden surgir los problemas de salud moderados o graves.
Pero realmente NUNCA recomiendo llevar una dieta alta en fuentes proteicas (mucho menos si son de fuentes animales) y nula en carbohidratos, teniendo en cuenta que existen los carbohidratos complejos, simples "malos" y simples "buenos", en donde los aminoácidos deban suplir las necesidades calóricas de la glucosa.
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