Artritis en niños y niñas. La artritis o inflamación crónica de las articulaciones en menores de edad.
La artritis o inflamación crónica de las articulaciones ha sido una enfermedad tradicionalmente asociada a los adultos.
Sin embargo, quién lo creyera, afecta también a los niños y adolescentes, caso en el cual recibe el nombre de artritis idiopática juvenil. Por mucho cuidado a este cuadro patológico para evitar que la situación se agrave.
Se la considera mucho más frecuente que otras enfermedades infantiles como la fibrosis quística, pero el problema es que está subdiagnosticada, porque tiende a confundirse con ciertas infecciones.
Las más afectadas, como ocurre en todas las enfermedades reumatológicas, son las niñas, debido a factores hormonales.
Y aunque no se ha precisado una causa exacta de la patología, se cree que tiene relación con una predisposición genética, en la que ciertos genes alterados aumentan la probabilidad de sufrir la enfermedad.
Pero para que la artritis se desarrolle debe existir un factor desencadenante, que suele ser una infección viral, algunas vacunas o agentes tóxicos presentes en el ambiente.
La artritis tanto en niños como en adultos es muy peligrosa
Sufrir un mal como este, en el que las articulaciones grandes como la cadera, las rodillas y los tobillos son atacadas, así como otras pequeñas como las de las manos o incluso las de la columna, tiene consecuencias funestas.
Estos pequeños pacientes deben ausentarse frecuentemente del colegio, dejan de socializar, disminuyen su rendimiento escolar, no pueden jugar o practicar ciertos deportes como sus pares y suelen caer en estados depresivos, aspectos que golpean notablemente su calidad de vida.
Además, si no se diagnostican o tratan oportunamente o en la forma adecuada pueden ser víctimas de severas complicaciones.
Entre ellas, la uveítis que disminuye la agudeza visual, así como alteraciones del crecimiento como talla baja o discrepancia, en la que una extremidad, usualmente la inferior, crece más que la otra.
Incluso, en cierto tipo de artritis (sistèmica) el hígado y el bazo pueden llegar a inflamarse o puede acumularse líquido en los pulmones y el corazón, lo que pone en riesgo la vida.
De ahí que sea vital que los padres conozcan las manifestaciones típicas de la enfermedad para que consulten a tiempo.
Confirmando la existencia de artritis en niños y niñas
Para confirmar la existencia de la enfermedad se tienen en cuenta los criterios establecidos por la Liga Internacional contra el Reumatismo, que se basa en los siguientes sintomas, los cuales deben permanecer al menos durante seis meses:
- Dolor, que puede ser leve, moderado o intenso. Usualmente se presenta en las mañanas, asociado al frió y alivia con el movimiento.
- Inflamación de las articulaciones.
- Limitaciones en los movimientos, como dificultades para caminar, correr, escribir, sujetar lápices, agarrar objetos o lanzar un balón.
- Sensación de entumecimiento o rigidez matutina, que permanece por minutos u horas.
- Pérdida de fuerza.
En la artritis sistèmica también se suman otros sintomas:
- Fiebre de hasta 39 o 40 grados, usualmente en las noches, acompañada de mucho malestar y dolor, los cuales se alivian al bajar la temperatura.
- Brote de color rosado o rojo en las extremidades y el abdomen. Las lesiones aparecen con la fiebre y desaparecen al normalizarse la temperatura.
Sin embargo, aunque el diagnóstico de la artritis es básicamente clinico, o sea a través de los síntomas, existen pruebas para confirmar el cuadro inflamatorio y determinar el tipo de artritis: hemograma, prueba de proteina C reactiva, eritrosedimentación, factor reumatoide y anticuerpos antinucleares.
LOS TIPOS DE ARTRITIS.
En los menores se han identificado hasta siete clases diferentes de artritis idiopàtica juvenil, la cual puede iniciarse a partir del primer año de vida y hasta la adolescencia:
- Oligoartritis o artritis oligoarticular: cuando afecta una o dos articulaciones. Muy común en la edad escolar.
- Poliartritis o artritis poliarticular: si están comprometidas más de cinco articulaciones. Es más frecuente en la adolescencia.
- Poliarticular con factor reumatoide positivo: en la que además de estar afectadas varias articulaciones hay presencia de anticuerpos en sangre que hacen más agresiva y más difícil de tratar la enfermedad.
- Poliarticular con factor reumatoide negativo.
- Asociada a entesitis. Es decir, a inflamación de los ligamentos y tendones, en los sitios donde se unen a los huesos. Puede afectar la cadera y la columna.
- Indiferenciada. Que no se ubica en ninguno de los grupos anteriores.
Una posible solución a la artritis.
Por lo general, la artritis es una enfermedad que tiene buen pronóstico.
El objetivo del tratamiento es eliminar el dolor y las limitaciones físicas, lograr que el paciente pueda crecer normalmente y evitar que sufra complicaciones.
Su duración puede oscilar entre 20 días como mínimo hasta varios años, según el caso.
Se realiza mediante antiinflamatorios no esferoides (Aines), que suministrados a diario, evitan el daño de las articulaciones por la inflamación crónica y se consideran seguros.
Cuando estos fármacos no surten efecto, puede recurrirse a medicamentos biológicos que frenan la respuesta inflamatoria, a través del bloqueo selectivo de ciertas moléculas alteradas en el sistema inmunológico para que dejen de atacar las articulaciones.
En ciertos casos su manejo también puede involucrar la aplicación de Infiltraciones, una o dos veces al año por vía endovenosa o subcutánea.
Como complemento hay que realizar terapias de rehabilitación que no generen carga en las articulaciones.
Como por ejemplo, hidroterapia, estiramientos, ejercicios aeróbicos y de fortalecimiento muscular.
FUENTES: Ricardo Ernesto Yepez Zambrano, reumatòlogo pediatra, de la Fundación Valle del Lili y la Fundación Clínica Infantil Club Noel - docente de la Universidad Libre. Carlos Andrés Vargas, reumatòlogo pediatra del Hospital Universitario del Valle.
¿Tienes algo que decir sobre este artículo? Compártelo con nosotros en: