El flúor te ayuda a prevenir la caries en tus dientes.
El tratamiento contra la caries por medio de flúor (fluorización) es efectivo ya que la fluorización con barnices en lugar de geles permite una mejor adherencia a los dientes.
¿En qué consiste este tratamiento y en qué casos está indicado?
Todas estas todas las podrás resolver con la información expuesta a través del artículo, así que lee atentamente, porque la salud oral es muy importante.
La falta de flúor en los dientes no es una causa directa de caries.
De hecho, el flúor se encuentra en muy mínimas cantidades en nuestros dientes.
En otras palabras puede decirse que la falta de flúor no es la causa de aparición de caries en los dientes, pero si este elemento falta, vuelve a nuestros dientes más propensos a padecerla.
Entonces, lo que sí puede lograr el flúor es combatir la placa bacteriana, remineralizar los dientes y/o prevenir la pérdida de calcio y fosfatos que sí son componentes vitales, factores que sí son determinantes en la aparición de la caries dental.
Entonces, esto se logra a través de un tratamiento conocido como fluorización que puede aplicarse tanto en niños como en adultos, combatiendo así uno de los problemas más comunes de salud dental.
Pero ¿cómo se realizar este tratamiento y qué factores de riesgo se deben controlar para prevenir la caries?
Aquí en este artículo se responderán estas y otras inquietudes basándonos en la opinión de especialistas en el tema.
Algo para tener en cuenta con base a la caries y la falta de flúor
- Desde 1994 la Organización Mundial de la Salud estableció que el método más efectivo contra la caries es el uso de flúor.
- El flúor hace que la superficie dental se torne más resistente a los ácidos generados por las bacterias.
- Antes de los seis meses de edad no es necesaria la aplicación de flúor.
- Las pastas dentales con sabores a fruta no son muy convenientes para los niños puesto que pueden inducirlos a ingerirla, causando lo que se conoce como flúor sistémico.
- Muchas cremas dentales, enjuagues y aguas embotelladas tienen flúor como uno de sus componentes esenciales.
Factores de riesgo de caries
• El pH bucal.
El nivel de acidez en boca debe mantenerse idealmente en más de 6,7. Pero cuando la salivación disminuye, hay deshldratación o se ingieren alimentos ese nivel de acidez baja a 5,2, condición en la que hay mayor riesgo de caries.
• La desmineraiización de los dientes.
Cuando las piezas dentales pierden calcio y fosfatos y el problema avanza, se pueden formar cavidades en las que se acumula placa bacteriana que expone a la caries.
• Fluorosis.
El exceso de flúor producido por ingesta de crema dental por parte de la madre durante el embarazo o porque los niños se cepillan con la crema de los adultos, la cual tiene más flúor.
Esto se evidencia porque los dientes se ven moteados de blanco y hace más fácil que ataquen los ácidos, predisponiendo a la caries.
• La ingesta de dulces en exceso.
Porque cuando la persona los consume y no se cepilla, se mezclan con la placa, lo que lleva a que se pierda el esmalte, que es la capa protectora de los dientes.
• Tratamientos de blanqueamiento dental que desmineralizan los dientes o de ortodoncia, que favorecen la retención de placa.
La edad. En los extremos de I mayor riesgo de caries.
En la no se tiene adecuada higiene los 60 años, etapa en la que generalmente se consumen medicamentos que disminuyen la salivación y en la que por enfermedades como la hipertensión se disminuye el consumo de sal, la cual tiene flúor.
En estas condiciones aumenta la probabilidad de sufrir caries.
• La menopausia.
En la cual por las alteraciones hormonales, la salivación disminuye.
INDICACIONES:
Niños mayores de 2 años, adultos y adultos mayores con alto riesgo de caries:
* Erosiones, abrasiones o fisuras, en las que se acumula placa bacteriana.
* Lesiones de la raiz o raíces expuestas.
* Restauraciones que quedan con ciertas filtraciones, por las que pueden penetrar las bacterias.
VALORACIÓN:
Antes de realizar el tratamiento, se evalúan aspectos como:
* La historia de caries.
* Si la caries es superficial o profunda.
* El flujo salival y su calidad.
* La presencia de placa bacteriana, para lo cual se puede usar una placa reveladora.
El tratamiento contra la caries por medio de flúor
Tradicionalmente el tratamiento se ha realizado con geles que contienen fluoruro de sodio al 1,23%, además de potasio, glicerina, sacarina sódica y ácido fosfórico. Su aplicación tarda cuatro minutos.
Pero el problema es que después de la aplicación, sobre todo los niños, terminan ingiriendo una cantidad del producto, porque no escupen bien y el gel no se adhiere tan fácilmente, lo que se conoce como flúor sistèmico y genera un cuadro de intoxicación con diarrea.
Por eso, desde hace unos diez a doce años existen los barnices de flúor que tienen mayor adherencia al diente, eliminando este riesgo.
Esto gracias a que algunos además del fluoruro de sodio al 5% contienen una resina que hace que una vez el barniz hace contacto con la saliva se endurece e integra al diente. También tienen calcio y fosfatos.
Para aplicar el flúor se hace una limpieza previa con una pasta profiláctica y se utiliza una brocha o pincel.
La aplicación se realiza hasta el borde de la encía, para que el producto migre a zonas como los espacios interdentales donde es común la caries.
Una vez ingresa en boca, el barniz actúa de dos formas. Una, bloqueando o inactivando la placa.
La otra es una acción directa sobre el diente: si está desmineralizado, lo remineraliza y si está sano, previene la pérdida de calcio y fosfatos.
Dado que el barniz tiene la capacidad de permanecer en las glándulas salivales hasta por un periodo de seis meses, no hay necesidad de repetir el tratamiento antes de ese tiempo.
CONSEJOS PRÁCTICOS PARA EVITAR LA APARICIÓN DE CARIES:
- Hay que tener en cuenta que menos del 4% de la composición de los dientes es flúor.
- Alimentos como la leche, la sal, el pescado, las verduras y las frutas contienen flúor, pero en mínimas cantidades.
• No ingiera bebidas alcohólicas ni gaseosas el día del tratamiento.
• Tampoco se cepille los dientes justo después del procedimiento, al menos en las siguientes doce horas.
FUENTES: Olga Lucía Zarta Arizabaleta, odontóloga especialista en prostodoncia y directora de postgrado de Operatorio de la Universidad del Bosque.
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