Aquí mencionaré algunos alimentos que afectan de forma negativa tu salud.
Alimentos que aumentan los factores de riesgo de padecer enfermedades crónicas No transmisibles.
Se trata de alimentos que a corto o mediano plazo pueden perjudicar tu salud, y que si bien consumidos con moderación pueden no desencadenar problemas elevados que alteren el bienestar general y estado de salud de una persona, cuando se los come en exceso si que pueden generar una descarga negativa por así decirlo, bien sea a corto, mediano o largo plazo.
Digo esto porque algunas personas, sobretodo aquellas personas jóvenes, puedan no sentir de roma inmediata los efectos negativos del exceso en el consumo de estos alimentos malos para la salud, pero otras personas si que de inmediato se comienzan a sentir mal.
Categorías de alimentos que son malos o perjudiciales para la salud
1. Productos de paquete.
Entre los que figuran papas fritas, patacones, nachos, cheetos, etc., que son ricos en grasas trans que aumentan el riesgo de hiperlipidemia y que con esto se empieza a desarrollar sobrepeso graso y posterior obesidad.
Este tipo de alimentos también tienden a aportar colesterol, el cual en exceso ocasiona una producción excesiva de LDL (lipoproteínas de baja densidad) porque precisamente el cuerpo necesita erradicar ese exceso de colesterol que suele acumularse en el hígado.
Entonces, las LDL lo que hacen es sacar ese colesterol del hígado y llevarlo a ser acumulado a las paredes arteriales. Entonces por ende hay que mejorar los hábitos alimentarios para aumentar la producción de HDL (las lipoproteínas de alta densidad que evacuan ese colesterol arterial) y tratar de disminuir el consumo de alimentos ricos en colesterol y grasas saturadas para que de forma directa se disminuya la producción de LDL.
Para darles su color amarillo característico a estos productos se les añade tartrazina, un colorante reconocido por sus efectos cancerígenos.
Como si fuera poco, para que adquieran su sabor se les pone mucha sal, en cantidades que superan, de lejos, las recomendadas (ya que el yodo y el sodio son necesarios para un buen estado de salud, pero en exceso, como todo, puede resultar perjudicial).
De ahí que el abuso de este tipo de alimentos pueda reflejarse en problemas como la retención de líquidos, la hipertensión, las enfermedades coronarias y el daño renal. Adicionalmente, los nutricionistas y nutriólogos advierten que estos productos de paquete suelen tener glutamato monosódico el cual es usado para acentuar su sabor, pero a través de diversos estudios se ha comprobado que supone riesgo de depresión, ansiedad, cefalea, vómito, mareo, taquicardia, ateroesclerosis, afecciones renales y cáncer (Sharma, 2015).
2. Gaseosas y jugos industrializados.
Este tipo de bebidas son altamente nocivas para la salud por la gran cantidad de Calorías vacías (sin nutrientes) que aportan, pues según los nutricionistas, no son más que agua, colorantes y mucha pero mucha azúcar.
Aunque como Licenciado en educación física con énfasis en fisiología, nutrición general y deportiva, yo no comparto esta definición en cuanto a "Calorías vacías", sino que más bien me gusta llamar a estos alimentos como carbohidratos simples malos de bajo valor nutricional, porque no es como si la glucosa que contienen no aportaran Calorías.
Prefiero llamar a este tipo de bebidas y alimentos mejor de la forma ya mencionada puesto a que no suelen aportar nutrientes micro (vitaminas y minerales).
Las gaseosas, por ejemplo, contienen un exceso de este último componente (azúcar refinada = sacarosa = glucosa+glucosa).
Se calcula que en una botella corriente puede haber entre 12 y 15 gramos de azúcar, que equivalen a unas cinco cucharadas, lo que supera la dosis recomendada de máximo diez gramos al día (que sería mejor adquirirlo del azúcar de las frutas: fructosa).
Los jugos industrializados de caja o botella, por su parte, son elaborados con jarabe de maíz rico en fructosa, que resulta más económico, pero no más saludable.
Esto sin contar los químicos y colorantes que hacen parte de sus ingredientes.
La consecuencia de un exceso de estas bebidas, son nada menos que males como el síndrome metabólico y el hígado graso (Halpern et al., 2010).
Cabe resaltar que las bebidas zero carbs, como la coca cola zero, realmente no contienen azúcar, así que ya el único problema sería descubrir si los ingredientes (secretos) que le dan el sabor, color y textura a esta bebida, puedan resultar o no perjudiciales para la salud.
3. Los fritos.
Muy comunes en la gastronomía de muchos países, sobretodo aquellos tildados como "subdesarrollados", de la que hacen parte alimentos como las marranitas, aborrajados, empanadas, papas rellenas, buñuelos, burritos, productos apanados, entre otras delicias, porque hay que aceptar que su sabor y su aroma suelen ser muy estimulantes para los sentidos.
El problema es que como en este tipo de preparación los alimentos se someten a altas temperaturas, ese nivel de calor puede ocasionar cambios en la composición de los mismos.
De hecho, a más de 200 grados celsius se produce una sustancia nociva conocida como acrilamida que hace que con el tiempo las personas se tornen más susceptibles a diferentes tipos de cáncer, como el de esófago, estómago y colon, principalmente (Manuscript & Acrylamide, 2015).
Por otro lado, algunos nutriólogos aseguran que hay que tener en cuenta que las frituras, por lo general se preparan reutilizando varias veces el aceite, con lo que se genera un componente muy nocivo conocido como acroleína, potencialmente cancerígeno (Moghe et al., 2015).
Al mismo tiempo el aceite utilizado para preparar este tipo de alimentos, en su contacto con el aire y siendo sometidos a altas temperaturas suele hidrogenizarse lo convierte poco a poco en cada vez más saturado.
4. Los embutidos.
Son ricos en glutamatos que acentúan su sabor, así como en nitritos y nitratos que les dan el color rojizo, componentes que se utilizan para conservarlos durante largos periodos, pero que está comprobado pueden despertar los genes malignos asociados al desarrollo de cáncer.
Los nutriólogos aseguran además que deterioran las paredes del estómago y del intestino, causando gastritis y úlceras (Song, Wu, & Guan, 2015).
Este tipo de alimentos suelen aportar, además, proteínas de una muy difícil digestión (se fabrican a partir de partes "indeseables" de los animales), que en el organismo no suelen que generar más que una cantidad excesiva de desechos, además de acidificar la sangre de una forma alta, que en exceso puede afectar de forma negativa la salud, sobretodo cuando se trata de generar un ambiente propicio para la proliferación de virus, bacterias, hongos y otro tipo de agentes patógenos nocivos para la salud.
Los intestinos suelen ser los más afectados.
5. Los dulces o golosinas, postres.
Bombones, gomas y similares, y también los productos conocidos como postres que contienen una gran cantidad de azúcares refinados además de otros alimentos también considerados como perjudiciales como los derivados lácteos, que además suelen incluir tartrazina, componente que está relacionado con asma, alergias y problemas respiratorios.
En los niños usualmente suelen tener el efecto saciante inadecuado que les impide optar por consumir alimentos que aportan a una buena nutrición.
6. Los derivados lácteos.
La leche de vaca no está producida para el consumo humano, y el hecho de industrializarla la vuelve aun más perjudicial.
La leche de vaca (de otros animales) y sus derivados están asociados tanto al hecho de debilitar los intestinos con lo que la absorción de nutrientes se vuelve menos eficiente, y al mismo tiempo se genera un espacio propicio para la proliferación de agentes patógenos, como con el hecho de aumentar el riesgo de padecer cáncer (Murphy et al., 2013).
Por el calcio no te preocupes, si estás pensando seriamente en eliminar los productos lácteos de tu dieta puedes hacerlo con total tranquilidad, ya que otros alimentos como el arroz, las fuentes proteicos de origen animal y vegetal, verduras, frutas, entre otros alimentos, aportan cantidades suficientes de este importante mineral.
Los lácteos suelen aportar grandes cantidades de calcio, y con esto se hace creer a la gente que más es mejor, pero esto no es así. De hecho un exceso en el consumo de lácteos puede ocasionar osteoporosis.
Recomendaciones alimentarias
- Reemplaza los productos de paquete considerados como malos por 'snacks' más saludables, como el mani, las nueces y las almendras, que aparte de brindar gran sensación de saciedad, son ricos en grasas saludables.
Otras opciones son el yogurt (el lácteo menos perjudicial, aunque en exceso tampoco es bueno), la frutas y las galletas integrales. Y sí, sé que estos productos también suelen venir en paquetes, pero no contienen los químicos mencionados (tartrazina, acroleína, acrilamida).
- En lugar de elegir el consumo de alimentos fritos, opta mejor por alimentos horneados o asados. Por ejemplo, en vez de empanadas cómete una arepa asada.
- En vez de añadirle ripio de papa a un perro caliente o a una hamburguesa, agrégale vegetales, que incluso le darán más sabor si se los coce.
- Si te gustan mucho las hamburguesas trata de prepararlas en casa, pero sin tantas salsas, que son las que aumenta la ingesta de Calorías y el incremento de grasas saturadas (que obviamente también aportan Calorías, y muchas).
- Los embutidos, tan utilizados en las comidas rápidas, pueden sustituirse con ingredientes como el huevo o el pollo, que también son proteínas.
- Si no puedes prescindir de los jamones y salchichas, al menos cómpralos libres de grasas trans, que son las que causan taponamiento de las arterias dado a que obligan a una alta producción de LDL.
- Recuerda que siempre los jugos naturales sin azúcar o el agua serán una mejor opción como pasantes de las comidas, que un jugo industrializado o una gaseosa. Aunque realmente lo mejor es tomar este tipo de bebidas unos 20 a 30 minutos antes de las comidas y no durante las mismas (la acción de "remojar" debería ser siempre exclusiva de la saliva).
- También puedes reemplazar las gaseosas y jugos industrializados por té sin azúcar o infusiones frías.
Debes evitar algunos alimentos que a corto o mediano plazo pueden provocar problemas a tu salud
Un adolescente (hombre o mujer) que está en un período o etapa de la vida en donde los procesos anabólicos (de síntesis, desarrollo y crecimiento) están a todo dar y que priman muy por encima de los procesos catabólicos, probablemente podrá atiborrarse de este tipo de alimentos considerados como malos o perjudiciales para la salud, pero que aun así probablemente no sentirá efectos negativos en estas etapas de la vida o por lo menos no los sentirá de una forma pronunciada.
Se trata de adolescentes con tasas metabólicas basales altas y gasto energéticos altos, que probablemente no solamente están pasando por un período donde el cuerpo requiere de utilizar muchos nutrientes macro y micro en estado de reposo, sino que también deben gastar mucha más energía porque tal vez practican algún deporte, por el estudio y por supuesto por su etapa general de desarrollo corporal.
El problema es que con el paso de los años, tanto hombres como mujeres iremos reduciendo nuestra tasa metabólica basal.
Llegará un punto (usualmente alrededor de los 30 a 35 años) en donde los procesos anabólicos y catabólicos en nuestro organismo estarán casi a la par.
El problema entonces es cuando estos malos hábitos alimentarios que se adquieren desde etapas infantiles y/o pre-juveniles perduran hasta las etapas adultas, con lo cual entre más pase el tiempo y entre más tiempo se mantengan estos malos hábitos nutricionales, pues cada vez el riesgo de desencadenar factores que aumentan el riesgo de padecer enfermedades crónicas no transmisibles, aumentará considerablemente.
El riesgo de desencadenar sobre peso graso u obesidad, hipertensión, hiperglucemia e hiperlipidemia, y con esto desarrollar enfermedades crónicas no transmisibles (cáncer, enfermedades cardiovasculares, enfermedades respiratorias y diabetes).
Es raro que un adolescente pueda padecer sobrepeso graso u obesidad a menos que desde edades infantiles se le hayan inculcado hábitos nutricionales deplorables, que además haya sido sedentario (que no practica deportes u otro tipo de entrenamientos) y que además pudiera tener cierto potencial genético para acumular grasa a lo loco.
OJO: aclaro que la obesidad no es algo que se herede, pero sí se puede heredar la predisposición genética que junto a malos hábitos de vida, también heredados, se puede desarrollar el temido sobrepeso graso que puede conllevar al desarrollo de obesidad, y con esto a otras complicaciones como la diabetes, por ejemplo.
Volviendo al ejemplo, entonces estaríamos hablando de un adolescente de esos que uno observa que come y come a lo loco y no engorda, esos adolescentes ( y muchas veces también jóvenes) que suelen comer cantidades excesivas no solamente de alimentos "normales" y buenos (arroz, pasta, pollo, carne, patatas, pan, frutas, verduras, etc.) sino también de alimentos que se consideran chatarra desde mi punto de vista.
Es decir alimentos como los embutidos, los productos de paquete, productos fritos y otros que pueden contener grandes cargas de grasas saturadas y azúcares simples refinados como postres, empanadas, burritos, perros calientes, entre otros, estos últimos siendo alimentos que desde el punto de vista general podrían verse como completos pero que en exceso pueden ser malos.
Con lo anterior quiero recalcar que por ejemplo una hamburguesa desde el punto de vista general es nutritiva si tenemos en cuenta que se compone de una porción de carbohidrato complejo (pan), una de proteína (carne, pollo, etc.) y porciones de verduras (tomate, cebolla, etc.).
El problema es cuando a esta hamburguesa se le suelen añadir grandes cantidades de salsas (que se componen de azúcares simples refinados y grasas saturadas y trans), de tocino y embutidos (que además de aportar proteínas de muy difícil digestión también suelen aportar grandes cantidades de grasas saturadas) y de queso, teniendo en cuenta que en sí los lácteos son de una u otra manera perjudiciales para la salud (aportan proteínas de muy difícil digestión, aportan lactosa, grasas saturadas).
NOTA: la bibliografía está toda en inglés porque en este idioma se encuentra, desde mi punto de vista, la mejor información.
BIBLIOGRAFÍA:
Halpern, A., Mancini, M. C., Magalhães, M. E. C., Fisberg, M., Radominski, R., Bertolami, M. C., … Nery, M. (2010). Síndrome metabólico, dislipidemia, hipertensión y diabetes tipo 2 en jóvenes: desde el diagnóstico hasta el tratamiento. Diabetology & Metabolic Syndrome, 2, 55.
Manuscript, A., & Acrylamide, D. (2015). NIH Public Access, 66(5), 774–790.
Moghe, A., Ghare, S., Lamoreau, B., Mohammad, M., Barve, S., McClain, C., & Joshi-Barve, S. (2015). Mecanismos moleculares de la toxicidad de la acroleína: relevancia para las enfermedades humanas. Toxicological Sciences, 143(2), 242–255.
Murphy, N., Norat, T., Ferrari, P., Jenab, M., Bueno-de-Mesquita, B., Skeie, G., … Riboli, E. (2013). Consumo de productos lácteos y cáncer colorrectal en la Investigación prospectiva europea sobre el cáncer y la nutrición (EPIC). PloS One, 8(9), e72715.
Sharma, A. (2015). Daño renal oxidativo inducido por glutamato monosódico y posibles mecanismos: una mini revisión. Journal of Biomedical Science, 22(1), 93. http://doi.org/10.1186/s12929-015-0192-5.
Song, P., Wu, L., & Guan, W. (2015). La ingesta de nitratos, nitritos y nitrosaminas en la dieta y el riesgo de cáncer gástrico: un metaanálisis. Nutrients, 7(12), 9872–9895.
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