Entrenamientos, disciplinas y terapias para la columna vertebral

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¿Qué ejercicios, disciplinas o tipos de entrenamiento puedo seguir para mejorar la salud y estabilidad de mi columna vertebral?

El Fitness acuático, los Pilates y Tai Chi como métodos de entrenamiento y terapéuticos en pro de fortalecer la columna vertebral, los músculos que la rodean, por medio de ejercicios que apuntan al mejoramiento de la postura, la tonicidad muscular, la flexibilidad, etc.

Así que si sufres problemas en tu columna vertebral y los músculos de tu espalda, es bueno que optes por la práctica de estas disciplinas y tipos de entrenamiento.

Fitness acuático para mejorar la salud de la columna vertebral


En el agua la fuerza de gravedad es menor, por lo que la espalda no tiene que soportar todo el peso del cuerpo y disminuye el impacto en esta área durante el ejercicio.

El agua ejerce una labor de amortiguación y flotabilidad y al mismo tiempo es un medio que opone una resistencia suave.

Por eso, las rutinas en piscina, conocidas también como acuagym o aquagym, resultan ideales para tratar problemas de columna, pues permiten hacer trabajos de fuerza que fortalezcan esta estructura, pero sin que se produzca ningún daño.

Además, el efecto masaje que ejerce el agua sobre los músculos disminuye notablemente el dolor.

Así, caminar dentro del agua con pasos largos, moviendo los brazos y manteniendo la espalda recta o nadar en cualquier estilo puede ser de gran beneficio.

Igualmente, hacer ejercicios estacionarios, hacer equilibrio en una sola pierna o hacer la pose de Superman apoyándose en la pared, entre muchos otros, han demostrado resultados.

Infiltraciones, movilizaciones manuales, compresas de frío y/o calor y maniobras con equipos son apenas algunas de las opciones a las que ha recurrido la ciencia para tratar los problemas de columna.

Sin embargo, con frecuencia estos métodos, cuando no se aplican de manera adecuada, terminan por desencadenar otras patologías o a veces no ofrecen los resultados esperados.

Pero lo que muchos no saben es que hoy día el ejercicio se pone una vez más al servicio de la salud, pues disciplinas como el tai chi, el plates y el acuagym o fitness acuático se están utilizando también a favor de estos pacientes, víctimas de males como lumbalgias, cervicalgias, dorsalgias, escoliosis, hernias discales y radiculopatías.

La mayoría de ellos ocasionados por realizar movimientos inadecuados o adoptar malas posturas durante las actividades diarias, permanecer mucho tiempo sentado lo cual debilita los músculos de la espalda, así como por la falta de alineación y balanceo asociada a la edad, que conlleva a la pérdida de flexibilidad (uno de os componentes de fitness relacionados con la salud).

La idea de estas terapias, a diferencia de las convencionales, es darle a la persona un manejo integral desde los pies hasta la cabeza, de forma que el cuerpo reconozca su postura natural y retorne a ella.

De hecho, desde este punto de vista tratar solo la parte donde se manifiestan los síntomas es un error, pues no siempre el sitio del dolor es el que está afectado.

Lo mejor es que con esta forma de tratamiento los resultados comienzan a verse muy pronto, en promedio, en el término de dos semanas, y el dolor, uno de los síntomas que más afectan la calidad de vida de estos pacientes, se llega a eliminar hasta en un 90%

No se resigne a seguir viviendo con molestos síntomas y a sacrificar su calidad de vida.

Aproveche estas terapias de comprobados resultados y sane su columna al mismo tiempo que se ejercita.

Los Pilates para fortalecer los músculos que rodean la columna vertebral


Basado en el yoga, que significa la unión con Dios, y que nació con la idea de entrenar el cuerpo para que soportara mucho tiempo quieto y concentrado durante las sesiones de meditación y para que la persona tuviera muchos años de vida.

Posteriormente, el pilates, en el que se realizan ejercicios de fuerza con equipos (reformer), retoma los principios del yoga como la respiración, la contracción de los músculos y el uso adecuado del cuerpo, convirtiéndose en otra alternativa para pacientes con problemas de columna.

El pilates no solo refuerza la musculatura, sino que trabaja la conciencia postural, el abdomen (núcleo del cuerpo) relacionado directamente con la salud de la espalda y la cadera, que con frecuencia está también afectada por los problemas de columna, proporcionando grandes beneficios.

Propone ejercicios de alineación espinal, estiramientos y posturas como la del niño o la de la vaca, que mantienen el cuerpo relajado y flexible.

TAI CHI como disciplina para mejorar la estabilidad de la columna y la tonicidad de los músculos


Combina la respiración con las artes marciales y la meditación, utilizando movimientos lentos y controlados que permiten que la energía fluya.

La primera promueve inhalar de manera profunda y relajada hasta que el abdomen se hinche, con lo que los músculos de la espalda se tensan y el oxígeni llega a todo el cuerpo.

Esto ocurre dado que abdomen y espalda conforman un anillo muscular en el que cualquier movimiento que se realice en una de esas partes tiene efecto sobre la otra.

Por su parte, las artes marciales incluyen movimientos consecutivos que movilizan los tejidos corporales y fortalecen los músculos y tendones.

Son más de 300 ejercicios de lucha y combate, derivados de animales como el mono, el dragón, la grulla y la serpiente.

Pero el tai chi, en especial, se centra no en la fuerza del músculo sino en la fuerza blanda, o sea en la de los tendones, así como en movimientos sutiles, en los que se usa la fuerza del contrario para vencerlo.

Y la meditación que fortalece la mente ayuda a que el paciente pueda lidiar más fácilmente con el dolor.

RIESGOS DE CAER EN MALAS MANOS

El pilates, el tai chi y los ejercicios en piscina deben ser manejados por un profesional, pues caer en manos inexpertas puede exponer a:

- Aumento de la presión arterial debido a la fuerza y la tensión que se generan.
- Mayor riesgo de lesiones, por torsiones o fuerzas mal hechas.

SEÑALES DE ALERTA

Los siguientes signos y síntomas pueden indicar que algo anda mal en la columna, por lo cual ante la presencia de cualquiera de ellos se debe consultar:

- Dolor intenso, que impide realizar normalmente las actividades y que se produce a diario.
- Sensación de corrientazo.
- Ardor.
- Sensación quemante.
- Hormigueo.

Fuentes: Carlos Alejandro López (especialista en medicina deportiva y quiropráxis). José Fernando Bedya (Licenciado en educación física y salud, docente dela Universidad Libre y director científico de Human Technology).

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