¿Las mujeres eyaculan al igual que los hombres? Sí, aunque no igual que los hombres.
Habrán mujeres quienes quizá no eyaculen o que por lo menos no lo hagan de una manera "explosiva" como probablemente otras sí lo hagan, y no se trata solamente de las mujeres que aparecen en películas para adultos.
La eyaculación femenina es una realidad, aprende algunos factores a tener en cuenta frente a este aspecto. Algunas la asumen como algo normal, de lo que incluso se sienten orgullosas.
Para otras mujeres, sin embargo, la eyaculación propia es algo casi pecaminoso que llega a ser motivo de vergüenza.
Pero si bien un grupo puede dar fe de que les ha sucedido, ya sea esporádicamente o con frecuencia, también hay féminas para las que este fenómeno, conocido como eyaculación y en el cual se expulsa un fluido durante el orgasmo, ni siquiera existe.
Las mujeres sí eyaculan
Sea como sea, la verdad solo la tienen los especialistas. Liliana Arias, médica familiar, sexóloga clínica y profesora titular de la Universidad del Valle, Colombia, asegura que todas las mujeres tienen la misma capacidad de eyacular, al igual que los hombres, pero que no todas lo hacen.
“Las cifras hablan de un porcentaje del 60% de mujeres que lo logra", anota.
El psicólogo clínico Luis Alberto Montejo, por su parte, afirma que solo un 40% de mujeres eyacula.
De todas formas aunque las cifras resulten sorprendentes, lo cierto es que en las mujeres este fenómeno es una realidad, lo que deja sin piso la idea de que es algo reservado al sexo opuesto.
Lo que ocurre, según los especialistas, es que este es un tema íntimo del que la mayoría no se atreve a hablar.
De hecho, Liliana Arias explica que “al igual que el orgasmo, la eyaculación tiene que ver con una serie de creencias y patrones culturales que no son fáciles de derrumbar, los cuales generan temores y bloqueos mentales, que llevan a que la mujer termine frenando el mecanismo durante la relación sexual” De hecho, como lo aclara Arias, “la eyaculación, a diferencia del orgasmo, es un mecanismo voluntario que se puede controlar”.
Para empezar hay que tener en cuenta que por tradición siempre se ha considerado que eyacular es un acto netamente masculino de virilidad, placer y poder, que marca el momento del orgasmo y el final del coito, pero prácticamente desconocido o negado en la mujer.
Sumado a ello, la conducta sexual femenina ha sido mediada por una cultura represiva y convicciones religiosas, que limitan su participación activa en la relación sexual.
“Hay quienes piensan incluso que es un comportamiento de las actrices de películas para adultos y no de las mujeres decentes.
Pero, además, parece ser que la mujer se cohíbe a veces de llegar a ese punto, porque "siente la sensación que se va a orinar” comenta la doctora Arias.
Y en todo esto influye necesariamente el nivel educativo de la mujer y su forma de asumir el sexo.
Desde los años 80 está claro que la eyaculación existe. De eso no hay duda.
Pero desde entonces son muchos los estudios que se han realizado tratando de descubrir cómo se produce, cuál es su contenido y si se parece al semen del hombre.
Tal como lo refiere Montejo, "se ha especulado que es un fluido similar al semen masculino conformado por creatinina, fosfatasa, ácido prostético e incluso se ha llegado a decir que tiene orina".
Composición del líquido que eyaculan las mujeres
Sin embargo, la doctora Arias aclara que "hay evidencia de que contiene glucosa, fructosa y antígeno prostético, también presente en el semen".
En todo caso lo que se ha concluido hasta el momento es que es un fluido diferente a la lubricación femenina, que no tiene espermatozoides. Aunque en un comienzo, se aseguraba también que contenía o era en esencia orina, esto ha quedado descartado.
Lo que sí ha sido comprobado, según Montejo es que se produce en las glándulas de Skene, que se ubican alrededor de la uretra y que sale a través de este conducto por el que normalmente se expulsa la orina.
La cantidad varía mucho. "Pero en promedio se producen alrededor de tres a cinco centímetros cúbicos o más, tanto que se considera que si se tienen relaciones de pie, el líquido puede llegar hasta las rodillas.
Según Montejo, esa cantidad estaría relacionada con el tamaño de las glándulas de Skene, que son diferentes en cada mujer.
Esto podría influir en que a veces sea invisible y muchas mujeres eyaculen sin darse cuenta.
Porque a veces la cantidad expulsada es mínima y también porque según Arias, tal como ocurre en la eyaculación retrógada (hacia adentro) que se conoce en el sexo opuesto, el fluido femenino se puede desviar hacia la vejiga.
¿Cómo asumen los hombres la eyaculación femenina?
Un desconocimiento similar e igualmente inmerso en las creencias y en las versiones encontradas se presenta también en el hombre con respecto a la eyaculación femenina.
Por un lado, puede llegar a ser causa de rechazo. Porque algunos desconocen que la eyaculación femenina existe y simplemente creen que su pareja se orinó.
Según Montejo, "también hay otro grupo que refiere que ese fluido les quema el pene y no faltan quienes se abstienen de practicarle sexo oral a su pareja porque en esas condiciones no les resulta placentero".
Pero en el otro extremo están quienes se pronuncian a favor.
"Porque si su pareja eyacula se sienten queridos y deseados y la asimilan como un trofeo que premia su habilidad como amantes, ya que la equiparan a un orgasmo intenso".
Incluso hay posiciones en las que se compara a las mujeres que eyaculan con las que no, situando estas últimas en desventaja, porque creen que si no lo hacen es porque no disfrutaron la relación, porque no llegaron al orgasmo o seguramente porque les son infieles si lo hacen, pero con otro hombre.
¿QUÉ HACER?
Si perteneces al grupo de mujeres que no ha experimentado este fenómeno, asume la situación como algo normal que no debe afectar tu valía como mujer ni tus posibilidades de disfrutar el sexo.
- Ante todo, si quieres lograr una eyaculación, debes sentir que eres capaz de conseguirla. Mentalízate, pues llegar a ese punto implica un empoderamiento de la mujer.
- Entiende que si bien las habilidades del amante sí influyen, también interviene el grado de liberación o el "dejarse ir" de la mujer.
- Ten en cuenta que a mitad del ciclo, en los días de ovulación, es más fácil que se produzca la eyaculación.
- Recuerda que la eyaculación puede ocurrir por estimulación manual u oral, así como por masturbación o estimulación de la pareja.
- Respira profundo durante la masturbación o la relación sexual para que induzcas aún más la relajación.
- Ten en cuenta que la eyaculación no necesariamente está ligada a orgasmos más intensos. Sé paciente y persistente.
- Busca un lugar privado y tranquilo para tener las relaciones íntimas con tu pareja.
- Tonifica los músculos de la vagina mediante ejercicios del piso pélvico, que consisten en contraerlos y relajarlos, tal como cuando se va a orinar.
- indícale a tu pareja cómo te gusta ser estimulada.
- Mantén una comunicación permanente con tu pareja sexual, de forma que pongan en común las inquietudes o puedan llegar a acuerdos.
- Mantén una actitud mental positiva frente al sexo y frente a la eyaculación.
- Asume la eyaculación como una fase de respuesta normal tanto en hombres como en mujeres.
- Comprende que este fenómeno también es producto de un aprendizaje, en el que tú poco a poco vas conociendo mejor tu cuerpo.
Fuente: revista salud y vida.
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